miércoles, 14 de enero de 2009

CRISIS DEL CAPITALISMO









LA CRISIS ACTUAL DE LA ECONOMÍA Y SUS ASPECTOS MORALES

I.- QUE ES EL LIBERALISMO

Hoy en [1] día todos quieren ser liberales.. Zapatero profesa el socialismo liberal y libertario. Solbes y Aznar son “liberales clásicos”. Los conservadores y demócratas en EE.UU. tienen también el mismo apellido.
El capitalismo fue pasando por una etapa mercantil, una etapa industrial en la revolución técnica de Inglaterra (máquinas de vapor, imprenta, teléfono, radio) y capitalismo financiero, que algunos llaman neocapitalismo

Los orígenes o antecedentes del liberalismo económico los encontramos en Adam Smith; el liberalismo político en Locke, y el liberalismo filosófico tiene sus antecedentes en los albores de la revolución francesa.
Vamos a intentar hacer un breve resumen de cada uno de estos aspectos para poder entender los problemas que voy a plantear.

Liberalismo filosófico y político
El liberalismo filosófico apuesta de una manera especial por la libertad del hombre, ya que lo que dignifica a la persona es su libertad en la multiplicidad de facetas y aspectos. Uno de los primeros y más influyentes pensadores liberales fue el filósofo inglés Locke: Así que (…)el fin de la ley no es abolir o restringir, sino el de preservar y ampliar la libertad (…) Donde no hay ley, no hay libertad(..). Sólo así dejará uno de estar sujeto a la voluntad arbitraria del otro y podrá seguir su propia libertad libremente (c. X).
Otro teórico del liberalismo, Constan, definía la libertad de esta manera: Es para cada uno el derecho a no estar sometido más que a las leyes, de no poder ser arrestado ni detenido, ni ejecutado, ni maltratado de manera alguna, por efecto de la voluntad arbitraria de uno o varios individuos. Es para cada uno el derecho a decir su opinión, de realizar su profesión y actividad y de ejercerla; de disponer de sus propiedades, incluso de abusar de ellas; de ir y venir sin obtener permiso y sin explicar sus motivos y gestiones. Es para cada uno el derecho de reunirse con otros individuos, sea para cambiar impresiones sobre materias de común interés, sea para profesar el culto que él y sus asociados prefieran, sea sencillamente para llenar sus días de la manera más conforme con sus inclinaciones, sus fantasías. En fin es el derecho de cada uno de influir sobre la administración y el gobierno, sea para el nombramiento de todos o algunos funcionarios, que la autoridad deberá tomar en consideración en mayor o menor grado..[2]
Para obtener los favores del poder y de la riqueza hay que servirlos, decía el mismo.
John Loche (1632-1704), el filósofo del empirismo.
Defendió la división de poderes, como garantía de la libertad individual. Este concepto sería perfeccionado por Montesquieu.
El hombre por derecho natural es libre: Como los hombres (….) son por naturaleza todos libres e iguales, e independientes, nadie puede (…) ser sometido al poder político de otro sin su consentimiento, lo que se hace acordando el seguro goce de sus propiedades con otros hombres, el juntarse y unirse para vivir cómoda, segura y pacíficamente.
Admite el pacto social y los derechos naturales del hombre.
En sus escritos políticos defiende la soberanía, el derecho a la rebelión contra la tiranía y las libertades individuales a toda costa.
Defensa a ultranza de la propiedad privada, ya que ésta es la que defiende al hombre del poder de Estado y de la esclavitud, al no tener que depender de él.
El Estado está al servicio del individuo y no a la inversa. El individuo es el centro de la vida social del hombre.
Los hombres se mueven por el egoísmo y sus intereses particulares. Por esto es utilitarista.
Propugna el Gobierno parlamentario y representativo.
Todas las personas son iguales ante la ley.
La libertad de la persona, y la libertades políticas y económicas son un valor supremo, inherentes a la persona.
Esta exaltación de la libertad puede llevar al hombre a un subjetivismo e individualismo. El individualismo puede desembocar en un egoísmo, que pisotea los valores comunitarios
El liberalismo está por esencia contra la intervención del Estado en todos los frentes, incluso en el individual. Por este motivo propugnan que debe prevalecer la autonomía del sujeto y el autogobierno de si mismo.
El individuo es libre sin ninguna traba, ya que las cuestiones morales no le afectan, pues no tiene que tener en cuenta ningún criterio objetivo que se oponga a su libre voluntad. Con lo cual hay una negación de valores absolutos y un relativismo moral.
La libertad es un derecho. Tiene muchas facetas: Libertad de pensamiento, de expresión, de asociación, de prensa, de conciencia, religiosa etc.. Su único límite es la libertad de los demás. El gobierno no debe intervenir en la vida privada de los individuos.
Es muy importante la tolerancia de las religiones.
Según el pensamiento de Locke y de sus seguidores, el Estado no existe para la salvación espiritual de los seres humanos sino para servir a los ciudadanos y garantizar sus vidas, su libertad y sus propiedades. Secularización del Estado.
Estas son la líneas fundamentales, que se va a plasmar en todas las democracias, que se van a formar en estos momentos. Las primeras fueron la Americana y la surgida de la Revolución francesa.

Estas ideas se van a enriquecer con otros autores posteriores.
Montesquieu en su libro el Espíritu de las Leyes defendió la separación de los tres poderes: Le legislativo, el judicial, y el ejecutivo: Si en una misma persona o en un mismo cuerpo de magistratura, el poder legislativo está unido al poder ejecutivo, no hay libertad…Tampoco hay libertad, si el poder de juzgar no está separado del poder legislativo…Todo está perdido si el hombre, o el mismo cuerpo principesco o el no de ejecutar las resoluciones públicas, o ciudadano, ejerce estos tres poderes: el de hacer las leyes, el de ejecutar las resoluciones publicas y el de juzgar los delitos o dirimir los pleitos entre los particulares (p. 397).

Liberalismo económico
Adam Smith (1723-1790)
En La Riqueza de las Naciones, Smith realizó un profundo análisis de los procesos de creación y distribución de la riqueza. Demostró que la fuente fundamental de todos los ingresos, así como la forma en que se distribuye la riqueza, radica en la diferenciación entre la renta, los salarios y los beneficios o ganancias. La tesis central de este escritor es que la mejor forma de emplear el capital en la producción y distribución de la riqueza, es aquella en la que no interviene el gobierno (laissez-faire). Según Smith, la producción y el intercambio de bienes aumenta, y por lo tanto también se eleva indirectamente el nivel de vida de la población, si el empresario privado, tanto industrial como comercial, puede actuar en libertad, mediante una regulación y un control gubernamental mínimos.
Para defender este concepto de un gobierno no intervencionista, Smith estableció el principio de la “mano invisible”: Al buscar satisfacer sus propios intereses, todos los individuos son conducidos por una “mano invisible” que permite alcanzar el mejor objetivo social posible. Por ello, cualquier interferencia en la competencia entre los individuos por parte del gobierno será perjudicial. El mercado tiene que ser libre y se regula automáticamente.
Existe un orden natural en esto, que funciona mejor sin la intervención del Estado.
Aunque este planteamiento ha sido revisado por los economistas a lo largo de la historia, gran parte del contenido teórico de La riqueza de las naciones (de un modo particular en lo referente a la fuente de la riqueza y los factores determinantes de la formación de capital) sigue siendo la base del estudio teórico en el campo de la economía política. La Riqueza de las Naciones también ha sido una guía para el diseño de la política económica de un gobierno hasta estos momentos.
En su famoso tratado Adam Smith sostenía que la competencia privada libre de regulaciones produce y distribuye mejor la riqueza que los mercados controlados por los gobiernos. Desde 1776, cuando Smith escribió su obra, su razonamiento ha sido utilizado para justificar el capitalismo y disuadir la intervención gubernamental en el comercio. En palabras de Smith, los empresarios privados que buscan su propio interés organizan la economía de modo más eficaz "como por una mano invisible."La intervención estatal es perjudicial y las empresas públicas no funcionan y son causa y origen de muchas corrupciones.
La propiedad privada es indisoluble de su condición, ya que si se le priva de la libertad, su soberanía queda hecha añicos y reducida a la esclavitud. Sin propiedad no puede haber un desarrollo de la persona. Hoy en día la cultura, la preparación técnica son en cierto sentido una propiedad del sujeto, más incluso que los bienes materiales. Por este motivo la preparación técnica de la persona es muy importante en una sociedad liberal y el mejor capital que puede tener un individuo para defenderse de los totalitarismos. La manipulación es más difícil.
La libertad es su ídolo. La búsqueda del lucro es el motor y su alma. El capitalista no busca directamente el bien común, sino la ganancia y el lucro, ya que ello es lo único que le interesa. Este egoísmo, aunque favorece a la persona, indirectamente redunda en el bien común de la sociedad, dicen los liberales..
Su principio básico es que la economía se regula por la libre concurrencia del mercado, con la menor intervención del Estado y de los trabajadores. Su ley es la eficacia y que venza el más fuerte.
El capitalismo ha promovido un gran desarrollo económico, ha innovado nuevas técnicas de producción, ha promovido el desarrollo de las ciencias y el progreso técnico, ha aumentado la riqueza, y ha promovido la sociedad del bienestar. También ha sembrado de lágrimas las chimeneas de sus aglomerados edificios, pisoteado los derechos humanos y cometido muchas injusticias en su larga historia.
Junto a esta concepción, el liberalismo sostenía que el mercado no es, ni justo ni amoral, ya que está más allá del bien y del mal. El mercado es ciego. Se auto-regula por si mismo. Ello explica las desigualdades, Max Weber lo explicaba de esta forma: La economía de mercado como tal constituye la relación social práctica más despersonalizada que puede haber en el trato de unos hombres con otros. Allí donde el mercado funciona espontáneamente sólo se tiene en cuenta a las cosas, nunca a las personas: desaparece cualquier sentimiento de fraternidad y hasta de piedad.
Con estos pros y contras, que estaban insertos en su misma estructura filosófica, política y económica, el capitalismo empezó a nacer en los países más industrializados y desarrollados.
El primer estado democrático fue Norteamérica con su constitución de 1787.
Norteamérica estable en su nueva constitución este esquema (1773-1783). Se establecían tres ramas en el Estado: El Congreso, el Presidente, y su Gabinete, y los tribunales federales, muy especialmente el tribunal supremo. La potestad legislativa pertenecía al Senado y a la Cámara de representantes. El Presidente obtuvo poder de veto sobre los proyectos de ley. Los secretarios del gabinete y los altos funcionarios de la rama ejecutiva no podían formar parte de las cámaras y los había de elegir el Presidente fuera de ellas, práctica muy contraria a las Asambleas parlamentarias, de cuyas mayorías salen los ministros; pero el Senado examinaría los candidatos a los cargos más importantes y ambas cámaras crean comisiones de investigación del comportamiento de la burocracia. [3]
Se trata de un estado federal “sui generis” y por consiguiente muy descentralizado, aunque el Presidente tiene mucho poder.
La constitución asume las ideas liberales.
En Inglaterra, en la época victoriana, con la revolución industrial se produce una irrupción del capitalismo salvaje, que va a producir en la sociedad un malestar por las injusticias, que van cometiendo a su paso, por la opresión del mundo trabajador, y por su egoísmo, ya que los salarios son de hambre y hasta los niños de nueve años tienen que trabajar en la fábricas, si no quieren morir de hambre.
Un historiador y filósofo francés relata en su viaje a Manchester este proceso de una manera escalofriante: Estábamos llegando al país del hierro y del carbón, con signos de actividad industrial por todas partes. Montones de escoria como montañas, tierra deformada con las excavadoras y los hornos altos y llameantes. Manchester: Un cielo que volvía de rojo cobrizo el sol poniente. Una nieve de extraña forma descansa sobre la llanura. Y bajo esta cobertura inmóvil, una plétora de erizadas chimeneas, cientos de ellas, altas todas como obeliscos. Luego una masa, un montón, negruzco, enormes, interminables hileras de edificios…..Uno de los edificios febriles es un rectángulo de seis plantas de altura, con cuarenta ventanas cada una de ellas, y dentro, iluminadas por los chorros de gas y ensombrecidos por su propio trabajo, la pueblan miles de obreros, todo el día y todos los días, sirviendo mecánicamente a unas máquinas…¿Podría haber un géneros de vida más ultrajado, más opuesto a los instintos naturales del hombre? [4]
En Francia la instalación definitiva del capitalismo se produjo en 1791 por la ley Le Chapelier, que suprime las corporaciones, prohíbe los sindicatos y defiende la libertad comercial e industrial.
El liberalismo en Francia nació con una fuerte carga de anticlericalismo, que ha hecho sufrir mucha a la Iglesia de Francia. La revolución hizo estragos: Muchos sacerdotes murieron en las revueltas o fueron desterrados. Francia exportó la revolución a otros países y aceptó la ideología de los librepensadores.
La democracia francesa ha sido últimamente muy intervencionista. Miterrand, en 1881 intentó nacionalizar la banca y la gran industria y con estas medidas se propuso relanzar el consumo. El fracaso fue rotundo, ya que hubo en 24 meses tres devaluaciones, un desequilibrio muy fuerte en las cuentas del Estado y un fuerte incremento del paro y de la pobreza.

Los socialistas europeos, desde el hundimiento de la Unión soviética, han admitido el libre mercado. En el momento presente tanto la izquierda como la derecha están de acuerdo en un intervencionismo moderado para salvar al capitalismo. No obstante hay otra izquierda más radical y anticapitalista, que quiere volver a un socialismo más puro. Todos optan por las ideas keynesanas. Da la impresión que, en la económico, las fronteras y el deslinde de unos y otros es tan sutil, que apenas se nota. Los socialistas están muy preocupados por la inflación, que perjudicaría de una manera especial a los que le vota. Otro problema que se presenta a los socialismos europeos: La Unión Europea está basada en una sociedad de libre mercado, con sus normas estructuradas, que deben ser respetadas por las partes que la integran.
Sarkozy no sabemos aún los derroteros que va a tomar. En lo religioso ha habido un acercamiento a las religiones. En lo económico hablaba de un capitalismo de corte liberal. Últimamente parece ser está cambiando de postura. Ahora propone un plan excesivamente intervencionista, rechazado por la Unión Europea e invita a que las otras naciones europeas hagan lo mismo (ABC. 24-10-08): Propone unas inversiones públicas por valor de 175.000 millones de euros, con el fin de potenciar proyectos industriales innovadores..Con ello se crearían nuevos puestos de trabajo. Este dinero se dedicaría a empresas estratégicas, no deficitarias. La encargada de gestionar este dinero, bajo la supervisión estatal, sería la Caise de Deport y Consignation. Muchos han rechazado este planteamiento.
En este primer momento, podemos concluir que el capitalismo, frente a sus muchos aciertos positivos, atropelló a los obreros, explotó a poblaciones enteras, y conculcó los derechos humanos.
Como consecuencia nacieron los conflictos, y se propagaron las huelgas, la lucha de clases, los motines y las sublevaciones.
Ante este infierno y esclavitud´, como contraposición, en las Iglesias de Europa nació el catolicismo social y la Encíclica Rerum Novarum, que condenaba el capitalismo
En este ambiente de injustica, nace la utopía marxista, que se va llevar consigo 100 millones de muertos y el nacismo que va a sembrar de cadáveres los cementerios de Alemania.
El marxismo como reverso del capitalismo propone: Frente al caos del capitalismo, hay que ir a una planificación pública de los servicios y acelerar el desarrollo económico,
La planificación falló, y terminó cayendo el muro de Berlín y desintegrándose Rusia y sus satélites. La corrupción, el desorden, el escaso trabajo, la falta de innovación de los mercados terminaron con la industria y el comunismo cayó rodando por los suelos, roto, como un vaso de cristal.
El capitalismo sigue avanzando. Su gran error fuel no admitir mediaciones morales, que lo hubieran hecho menos cruel y creer que el mercado lo regulaba todo. No predijo, que la libertad del hombre, puede trastornar profundamente esas leyes invisibles del liberalismo. Por este motivo a partir de 1891 el capitalismo empieza a atemperarse y se comienzan a corregir los excesos del mercado. El Estado empieza a mediar ante la arbitrariedad y las injusticias; los sindicatos defienden los derechos de los asalariados y mediante los convenios colectivos se suavizan las tensiones. Aumenta la presión fiscal y se estudian nuevos métodos de redistribución del capital, En este largo periodo el capitalismo se va humanizando.
Pero llegó una crisis que la paralizó. Tardó varios años en salir del caos. La depresión de 1929 en Estados Unidos y en los países más desarrollados, vino a demostrar, que era necesaria alguna intervención estatal. La teoría de John M. Keynes vino en ayuda de aquel capitalismo que se desmoronaba.
John Maynard Keynes (1883-1946), economista inglés y profesor de la Universidad de Cambridge en su libro “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero” (1936), expone la teoría del capitalismo regulado; el estado debe intervenir activamente en la vida económica y asegurar elevadas ganancias a los monopolios capitalistas más importantes. Los mercados no se auto-regulan solos Es necesario fundar empresas capitalistas, hay que prestar ayuda financiera a los monopolios. Para llevar a efecto estos propósitos propone elevar los impuestos que pagan los trabajadores, intensificar más aun el trabajo de los obreros. Las crisis económicas pueden superarse regulando la circulación monetaria. Para que se eleve la ocupación y se amplíe la producción, propugnaba Keynes que el Estado asegurara el incremento de la rentabilidad del capital, disminuyendo el salario real de los trabajadores, redujera el tipo de interés, recurriera a la inflación, aumentara los gastos con otros fines no productivos.
Es necesario el aumento del gasto público, la subida de los impuestos, y el incremento de las regulaciones y proteccionismo.

La teoría de Keynes funcionó en EE.UU desde la segunda guerra Mundial. Keynes fue el salvador del capitalismo en aquellos momentos trágicos para la economía y ayudó a salir de la crisis, pero sus teorías fueron cayendo en el olvido y se volvió a una concepción más actualizada de la teoría económica de Adam Smith. El fracaso estuvo motivado por un excesivo intervencionismo político, que paralizó la economía y porque las masas y las empresas no estaban dispuestas a afrontar los sacrificios que se le pedían en beneficio del Estado. Las empresas nacionalizadas no funcionaron.
Por este motivo los economistas analizaron la situación y comprendieron que era necesario emprender nuevos caminos.

En 1938 los neoliberales de Europa occidental, se reunieron en lo que se denominó el coloquio de Wafter Lippmann, en el que se criticó a las grandes sociedades anónimas, identificándolas como monopolios que obstaculizaban el mecanismo de precios en un mercado libre. A este coloquio asistieron los economistas liberales más destacados de Europa, entre los que se puede mencionar a R. Aron, L. Rouçier y J. Rueff de Francia, J.B. Condilifte de Gran Bretania y L. yon Mises, E. von Hayek y W. Ropke de la escuela de Viena .
Se reafirmaron las posiciones antidirigistas de los neoliberales (contra Keynes) y se sostuvo la necesidad de una vuelta a la economía libre de mercado.

Todos ellos estaban de acuerdo, con distintos matices, en mínima intervención del estado. No obstante hay diferencias de matices entre ellos, como vemos a continuación
Así Walter Lipmann ha sido el neoliberal que con más énfasis solicitó medidas contra las grandes sociedades anónimas para impedir que los monopolios dominaran los mercados y en contra de los acuerdos que anulan la competencia.
La preocupación fundamental de Ludwing von Mises era el restablecimiento del mercado, sin el cual no puede haber equilibrio ni cálculo.
Para Wilhelm Ropke la intervención del Estado solo debe ser admitida para garantizar la existencia de un mundo de pequeñas empresas.

Friedrich von Hayek, el economista más importante de la época, no se mostró partidario de una economía dirigida, propiciando una "estructuración racional de la competencia", sin definir con mucha precisión el concepto. Este autor en los años '60 se adhirió al monetarismo y denunció la acción de los sindicatos como perjudicial para la actividad económica. Ha sido el economista más influyente del siglo XX.

James E. Meade y Roy F. Harrod introdujeron en el pensamiento liberal importantes conceptos keynesianos como el de preconizar la intervención del Estado para evitar las oscilaciones, que llevan al sistema a la depresión.
En Alemania, Ludwig Erhard, ministro de economía de Konrard Adenauer, experimentó la economía social de mercado, que intenta moderar el sistema liberal, con la intervención del Estado en los monopolios y oligopolios, que disturbaban la economía. Levantó a Alemania de su postración económica.
Karl Popper (+1994), a pesar de su amistad con Hayek, desconfía de los mercados libres. Era partidario de la economía intervencionista moderada de orientación social.
Con estas nuevas ideas en el mudo desarrollado nacen dos sensibilidades distintas de capitalismo. Un capitalismo más liberal, sin intervención estatal y otro, influenciado por las socialdemocracias y las democracias cristianas, en el que existe un mayor o menor intervencionismo dependiendo de cada nación. Estuvo muy vigente en Europa del Norte y en Alemania. Vamos a ver la primera forma:

Capitalismo sajón (1991)

En esta época se va a producir una nueva ruptura con la postura intervencionista en los mercados libres de las democracias, con la elección de Margaret Teacher en Inglaterra y Ronald Reagan en EE.UU, como Primera Ministra y Presidente. Se vuelve al liberalismo más puro de Adan Smith. El Estado es malo, el mercado es bueno. La protección social es un acicate para la pereza. La presión fiscal era necesaria para la justicia social y mejor distribución de la riqueza; ahora se le acusa de que paraliza las iniciativas de los emprendedores, y hay, por tanto que bajar los impuestos; con menos estado el mercado crecerá libre de las ataduras, que terminan ahogándolo; hay que volver al sector privado con la posesión de los medios de comunicación (radio, estado, prensa), el reparto de aguas, la sanidad, las escuelas, los hospitales, la distribución del correo, las policías de las ciudades, la recogida de basuras etc. Las instituciones de previsión, seguridad, sanidad, la previsión de la vejez deben ser gestionadas por los individuos, ya que son mejor gestionadas que por el Estado. Las pensiones de miseria del Estado deben ser sustituidas por un sistema de capitalización privada. Con un fondo de solidaridad, que cotice por quienes no han podido colaborar..
Debe limitarse el endeudamiento del estado.

El estado no debe pagar ni a los partidos políticos, ni a los sindicatos, ni a las asociaciones religiosas, ni a los patronatos.
La justicia debe ser independiente del ejecutivo. Rechaza el nombramiento de los jueces y de la fiscalía por los gobiernos.
El mercado más justo es el mercado más libre.
Los medios de comunicación no deben ser de titularidad pública, ya que estarían al servicio de quien ostenta el poder

Este modelo, con pequeñas variantes, se aplico en muchos países. En España lo aplico Aznar en algunos puntos.
Con estos criterios Reegan redujo los impuestos en un 28 por ciento, reactivó la economía y creó 12 millones de empleos. Thatcher impulsó las privatizaciones de las empresas públicas, redujo al 40 por ciento los impuestos, y limitó el poder de los sindicatos.
El mismo Clinton en los años 1992-1996 siguió la misma línea, dejando la economía muy saneada al dejar su mandato.

Capitalismo renano
El modelo renano, existente en algunos países de Europa, que admiten también el liberalismo, actúan de esta forma. Existe una intervención más amplia del Estado, se aumentan los impuestos; se defiende la televisión estatal, aunque existen las privadas; pueden existir las empresas públicas. Se busca la cohesión social, la solidaridad, la igualdad, las pensiones, la seguridad, el seguro de desempleo, la sanidad pública. Se privilegia la enseñanza pública en el ámbito primario y universitario. En una palabra se crea lo que se ha dado en llamar la sociedad del bienestar. Este capitalismo dicen los economistas, está agotado ya que sus gastos son tan inmensos, que los Estados no pueden soportarlos, ya que las industrias, al estar tan gravadas por los impuestos, se hunden ante lo competencia tan feroz que deben soportar por la globalización. Muchos partidos, que defendían este modelo, lo abandonaron, ante la competencia del anterior modelo. Tony Blaire, ante la crisis de la sociedad del bienestar propuso la tercera via diseñada por Anthony Giddens. Tampoco dio resultado y volvió al primer sistema.

Este capitalismo renovado trajo un gran progreso económico y social, pero vació la sociedad de valores, especialmente en Europa. La acentuación del individualismo y el consiguiente egoísmo, ahogó el compromiso social y aumentó el afán de dinero sin ningún límite o mediación moral. Los débiles no son protegidos.
Por esto es muy difícil dar una definición exacta del liberalismo, ya que a través de su larga historia se ha ido modificando y acomodando. Su concepto no ha quedado varado en el tiempo, ya que se ha ido trasformando al compás de las circunstancias y de la época histórica, en que ha estado inserto. El esfuerzo, el mérito, el afán de saber y conocer, el estudio serio se está sustituyendo por lo superficial,

El liberalismo, fundamentalmente en lo económico, se ha metido en el tejido de los partidos conservadores y de izquierdas, recubriéndose de diversos matices.
En los de izquierdas ha predominado el carácter intervencionista. En los conservadores se ha buscado el purismo del mercado con menos intervención estatal. Sin embargo, el liberalismo como partido político ha gobernado en pocos reductos, actuando casi siempre como partido bisagra. No obstante, los nuevos tiempos, con mercados más abiertos, con la desaparición de las ideologías y los nuevos cambios culturales, los partidos se van haciendo más liberales en lo económico, hasta el extremo, que en lo económico, apenas hay diferencia entre unos y otros. La derecha, en busca del voto, incluye en sus programas los mismos aspectos sociales de la izquierda. La renovación de las técnicas de producción (I y D.), y la globalización en lo político, en lo cultural y en lo económico están haciendo a las sociedades más uniformes. La comunicación mundializada a través de internet está creando nuevos retos tanto a la derecha como a la izquierda (y al liberalismo) y creando nuevos modos de vivir sin ningún tipo de ideologías. Reina el conformismo, el consumo, el pasarlo bien. Las fronteras o diferencias que dividen a los partidos, son cada vez menores. La derecha sigue siendo más conservadora y la izquierda sigue apostando, aunque no quiere que se note, por su papel intervencionista. Todo el mundo, también los políticos de uno u otro bando, quieren vivir como dioses, ya que la austeridad ha desaparecido de nuestras vidas. La política se está profesionalizando por los pingues beneficios que reporta. La política es una profesión, más que un servicio. Los votantes antes de votar, miran a su bolsillo para que nadie se lleve sus dineros o miran a aquel, que se los puede llenar. El tráfico de millones en busca del voto es escandaloso.

En las elecciones, los programas se visten de promesas. La figura del que se presenta y cómo se presenta, su elocuencia tienen más importancia, que los planes a proponer. En lo sucesivo, internet va a tener una incidencia muy fuerte, donde se sacarán a relucir sin miedos la vida y milagros de los interesados, como ha sucedido en la últimas elecciones de América. Espero que sea para bien.

El mito del mercado, hoy

También es verdad que el liberalismo económico actual tampoco ha hecho un mito del mercado, ya que sabe que donde está el hombre y su libertad puede haber trampas. Uno de los liberales más cualificados de España, ANTONIO CARRGUES WALKER (abc.20-5-8) hace a este propósito estas sugerencias que quiero transcribir literalmente, ya que las considero muy sensatas: El liberalismo entiende que, por regla general, el mercado es el sistema que permite una asignación más eficiente de los recursos y por ende el que mejor facilita no sólo la creación sino también la distribución de la riqueza. Pero si por cualquier razón ello no fuera así, el liberalismo ha defendido y defenderá inequívocamente la actuación del sector público y su intervención directa, con tal de que no tenga carácter permanente y el proceso pueda ser controlado en todo momento por la sociedad civil. El liberalismo se opone, sin la menor reserva, a toda forma de concentración del poder económico, sea público o privado, y por ello reclama una aplicación estricta de ley de monopolio.

La nueva crisis

Hay un viraje profundo de la doctrina de Adan Smith.
Todos quieren refundar el capitalismo. Habría que refundir a las personas que dirigen el capitalismo, dándoles unas lecciones de ética, pero en una sociedad, en que no cuentan los valores y todo es relativo, es difícil. Se ha instalado el dinero como en un trono. El dinero es el dios, que da poder, instalación, placer. Una sociedad instalada en estas coordenadas termina sucumbiendo.


II. EL CAPITALISMO EN CRISIS

El origen remoto de la crisis viene de la confrontación, que durante dos siglos, se viene gestando: ¿Individuo o colectivismo? ¿Persona o comunidad? ¿Libertad de mercado o intervencionismo?
Con la caída del muro de Berlín el colectivismo y el intervencionismo estatal fracasaron rotundamente y se creyó que el mercado, por si mismo, terminaría regulando la economía.
Al derrumbarse el sistema capitalista en este mes de octubre, casi todos tienen conciencia de que era necesaria una intervención estatal, sin precisar el grado de esta intervención, para evitar el derrumbamiento de la economía global.
Todos hablan de una nueva regulación y supervisión de la economía.

Génesis de la crisis

Es indispensable para conocer este proceso conocer la respuesta de Alán Greenspan, responsable de la Reserva Federal Norteamericana. Fue sometido a un duro interrogatorio en la Cámara de representantes por el demócrata Henry Waxman, para que explicara los orígenes de la crisis. Respondió: Nunca hubiera imaginado esa terrible fragilidad del sistema financiero. Siempre pensé que los grandes bancos y aseguradoras se autoregularían. Siempre creí que sus mecanismos internos, les protegerían de la codicia de algún Presidente. Nunca hubiera sospechado que la Casa Blanca hubiera permitido que el sistema viniera abajo. La vigilancia de los gobiernos era indispensable y yo no lo vi.

Evidentemente fue el culpable al alentar estos riesgos, ya que la Reserva Federal no se opuso a que los contratos destinados (derivatives) trasladaran sus pérdidas o ganancias a un nuevo titular, que asumiera el riesgo o el beneficio o ganancias.
Greenspan declaraba en 2003: El mercado de los derivatives ha sido un mercado extraordinariamente útil para trasferir riesgos de individuos y entidades, que no querían asumirlos.

Esta actuación, sumada a las subprime y a los créditos sin control, han llevado a la catástrofe de hoy.
A continuación confiesa: He comprendido tarde que en la teoría del libre mercado, había fallos graves.
Termina entendiendo que si se combina el dinero barato con la ausencia de la regulación y sin ningún control, sobre las hipotecas, la catástrofe es irremediable.
Lo mismo sucedió en todos los mercados europeos, aunque la primera conmoción se produjera allí y arrastrara a todos los mercados mundiales.

Su antecesor en el cargo, Paul Volcker sostenía lo contrario: El sistema padece fragilidades congénitas, que sólo la regulación extrasistema puede controlar.
Horwitz, profesor de economía de la Universidad de Saint Lawrence culpa a la reserva federal con unas palabras muy duras: Llamar a la crisis hipotecaria y de crédito un fracaso del mercado libre o el producto de una codicia desmesurada es cegarse ante el enjambre de las regulaciones y políticas gubernamentales, y los pronunciamientos políticos que tanto han reducido la “libertad” de este mercado y canalizado el interés propio de una manera que ha producido consecuencias desastrosas, tanto intencionadas como no intencionadas.
Fannie Mae y Freddie Mac son “empresas patrocinadas por el gobierno”. Son monitoreadas por el Congreso, y, más importante, han operado bajo una promesa clara de que, si fracasan, serán rescatadas. Difícilmente se puede llamar a esto un “mercado libre”.

El desorden actual es claramente un resultado de la interferencia del gobierno en el libre mercado, desde los fondos de la Reserva Federal, las regulaciones del CRA y del uso de la tierra, hasta Freddie y Fannie creando un mercado artificial para hipotecas riesgosas, con tal de cumplir con las solicitudes del Congreso para que las familias de bajos recursos tuvieran más oportunidades de adquirir viviendas. Gracias a esa intervención, muchas de esas familias no sólo han perdido sus viviendas, sino también los ahorros. Fannie y Freddie hicieron miles de millones mientras los precios de las viviendas crecieron, y a sus altos ejecutivos se les pagaron grandes sumas. Este era un juego maravilloso que estaban jugando y los mercados financieros estaban felices de tener a Fannie y a Freddie como compradores voraces de sus préstamos riesgosos, sabiendo que los dólares de los contribuyentes de los EE.UU. siempre estarían ahí si los necesitaran. La historia de la regulación financiera en los EE.UU. es la historia de las empresas utilizando la regulación para sus propios intereses, al margen del interés público. Esto es precisamente lo que pasó en el mercado de las viviendas.

Todos admitían que el mercado no podía regularse por si mismo, pero que había habido una serie de factores interesados para aprovecharse y llenar sus bolsillos. ¿Se les exigirán cuentas de su gestión, como se está pidiendo a gritos?

Con ello se demostraba que la economía es una ciencia, pero no tan exacta, como las matemáticas, ya que donde entra el hombre con su libertad, hay unas coordenadas, que no se pueden predecir, especialmente cuando no hay valores morales, que frenen la codicia. Esto es corrupción, engaño, robo silencioso etc.

El capitalismo, decía un viejo profesor mío, ha sufrido las más conmociones históricas, fomentadas por sus dos grandes enemigos, el marxismo y el nazismo y ha sobrevivido a ellas, precisamente, porque se había instalado en ámbitos de libertad y siempre era posible el cambio y la rectificación, o para bien o para mal.

Fin del socialismo real

Cuando cayó el muro de Berlín y se desintegró el comunismo, se habló del fracaso del socialismo científico. Su fin fue el triunfo de la libertad y de la democracia. El Capitalismo había quedado dueño de la plaza. Un profesor americano y japonés llamó a este derrumbamiento el fin de la historia. El capitalismo seguía su trayectoria en busca de las doctrinas de

Adam Smith

El Principio de Adan Smith, el gurú del liberalismo, era que el mercado se regulaba por si mismo de una manera natural y que la intervención del Estado era ilegítima. Este elevó a la categoría de dogma el liberalismo económico..
En el mismo sentido se expresaba más recientemente Bob Woodward: Los mercados pueden controlar los riesgos por si mismos.

Este dogma era tan evidente que el laborismo británico en 1997 retiró de sus estatutos el concepto de propiedad colectiva de los medios de producción, distribución e intercambio. (claúsula 4). Ha dado un nuevo giro a su postura con Gordon Bronwk. En la China actual se habla de economía socialista de mercado. En Alemania, cuando la socialdemocracia en el Congreso de Bad Godesberg de 1959 se desembarazó del marxismo y admitió sin reticencias la democracia liberal, proclamó este lema mercado hasta donde sea posible, y hasta donde será. necesario.

Rescate americano

El mundo se estremeció, cuando empezó a comprender la gran profundidad de la crisis.
Este terremoto financiero devoró en EE.UU. 500 mil millones de dolores de los fondos estatales sin contar naturalmente los 700 mil millones de dolores del plan de rescate, votado por el Congreso Americano.

La inquietud y la zozobra han recorrido todos los continentes.
Los bancos se hunden y están por si mismos incapacitados para devolver los depósitos; millones de hipotecas no se pueden pagar, porque los prestamistas no tienen dinero para pagar. Ni los bancos tienen dinero para pagar el dinero fácil, que le prestaron otros bancos.

Resumiendo: La crisis tiene estas características: Desplome de las bolsas; quiebras bancarias; inestabilidad en los tipos de interés y precios del crudo; crisis de liquidez y solvencia; congelación de créditos y paralización del circulante ante la desconfianza que se crea en el sistema;

En España

En España el problema es el mismo, aunque está más centrado en el problema inmobiliario. La banca española tiene prestada a las inmobiliarias la cantidad 350.000 millones de euros.
No sabemos hasta donde las empresas inmobiliarias por si mismas podrán restituir este dinero a la banca y los bancos devolver el dinero fácil prestado por la banca exterior.

El Gobierno español propone entregar 50.000.000 euros para el rescate (Un tercio del presupuesto español).. Con este dinero el Estado pretende comprar los activos que, posteriormente, el Estado, sea a través del tesoro o a través de cualquier otro ente público, debe gestionar con el objetivo de reducir al mínimo los costes para los contribuyentes. Evita de esta manera que los depositarios se abalancen a los bancos a retirar el dinero depositado. Podrían optar por otras soluciones, retrasando el pago o ayudando a los hipotecarios de otra forma.

Aunque parezca reiterativo, quiero citar al economista, por todos conocido, Juan Velarde, que nos explica este proceso de esta manera: Como existían bajísimos tipos de interés en el mercado mundial, se lanzó la economía española a solicitar fondos a corto plazo de forma masiva, para financiar multitud de actividades de consumo e inversión en nuestro país. Las inversiones y el consumo originaron una demanda extraordinaria de materias primas, equipos, capital, productos energéticos, procedentes de otros países. Como nuestras actividades son, en su conjunto no competitivas, el resultado era que no exportábamos, aunque sí importábamos. La deuda externa española crecía, pero era fácil refinanciarla, por el montaje que tenía el sistema crediticio mundial. Así se financió un crecimiento gigantesco, que absolvía como es natural, cantidades enormes de mano de obra, con lo que no sólo se redujo el paro, sino que hubo que facilitar la llegada de alrededor de cinco millones de inmigrantes.

El desplome se produjo primero en el sector inmobiliario, al no tener a manos los créditos que se concedían con suma facilidad anteriormente. Cuando el coste del dinero es tan bajo hay un estímulo a endeudarse y querer hacer grandes operaciones.

Otro economista español, Boyer, éste muy ligado al partido socialista, coincide con el anterior: La crisis se ha producido, porque el auge o el boom, entre 2003-2007, de las bolsas de valores y del sector inmobiliario, se sustentaba milagrosamente en unos tipos anormalmente bajos, impulsores de unos beneficios muy altos, gracias a los apalancamientos (endeudamientos) a bajo coste. Esto a su vez incitó a los consumidores, inversores y entidades financieras, que estuvieran dispuestos a asumir los enormes riesgos.

Los tipos de interés se mantuvieron excesivamente bajos en EEUU. Entre los años mencionados, por presiones políticas a lo largo de los años 2004 y también por anuencia de la Reserva Federal a intervenir, mediante la política financiera, para pinchar una burbuja, si la inflación estaba por debajo de 3. Cuando hubo que subir abruptamente los tipos en 2006 y 2007 y además fue de toda evidencia que los precios inmobiliarios eran insostenibles, las burbujas se pincharon en las hipotecas del alto riesgo.

En la medida que aumenta el desempleo, muchas hipotecas y créditos no se pueden pagar, ya que el enemigo fundamental de la solvencia es el paro, la falta de competitividad de nuestra economía y la crisis económica, cuando se concedieron casi sin ningún control. En la medida en que se va gestando las crisis, los políticos comienzan a sugerir soluciones.

Tanto la derecha como la izquierda empiezan a sugerir medidas más drásticas, como sería la nacionalización parcial y temporal de la banca.

Algunos grupos de derecha rechazan de frente estas propuestas y hablar de inyectar dinero a la banca, ya que no quieren oír hablar de banca pública estatal ni de intervencionismo directo.

Hay, a pesar de esta incertidumbre, una coincidencia en la necesidad de la intervención pública para asegurar la estabilidad del sistema.
Lo peor, dicen, es mantener la política de sálvese quien pueda, sino restituir la confianza en los mercados.
Hay también una coincidencia generalizada de que la crisis no proviene de Estados Unidos, como había dicho Zapatero: Mi lectura es que el origen de la crisis no está en un mercado concreto, como el americano, ni se ciñe a un negocio en especial; las hipotecas subprime activaron las crisis, pero no la causaron (Botin).

En Inglaterra

En Inglaterra triunfó el modelo Gordón Brown.
Este modelo tiene estas características.
Poner a disposición 125.000 a 250.000 millones de euros, que permite a los bancos canjear sus hipotecas por bonos del estado.
Supresión de los sobresueldos para los directivos.

El estado no sólo compra las acciones, preferenciales, que no tiene derecho a voto, sino también las no preferenciales, en virtud de la cuales se sentará en los consejos de administración,
El gobierno concede 320.000 millones de euros a los bancos como créditos interbancarios. Ello se hace para que los bancos puedan prestarse dinero los unos a los otros y se pierda la desconfianza. Este modelo se va a imponer en la zona del euro, como después veremos..

Nadie había previsto o no había podido prever, que estallara esta crisis, aunque había habido economistas, que lo habían atisbado. Me ha impresionado el vaticinio, que ya en 1990 hacía Alvín Toffer, en su libro El cambio de poder, editado en 1990 (P y J), pg.480, que decía: Es cierto que la economía mundial de hoy en día, cada vez más liberalizada, aclamada sin el menor sentido crítico, por las grandes compañías multinacionales, es inestable de por sí y puede sufrir una obstrucción coronaria masiva. El globo de deuda (terriblemente inchable) en que se apoya puede explotar, cuando menos se espere. Guerras, repentinas escaseces de energía o recursos, y un número nada pequeño de otras posibles calamidades pueden colapsarla en las próximas décadas. En condiciones catastróficas uno puede imaginarse, con bastante facilidad, que fueran necesarias unas nacionalizaciones temporales de emergencia.
Es casi una profecía de lo que iba a pasar casi veinte veces antes.

III.- QUIEN ES EL CULPBLE.


Hay una coincidencia que los culpables son los banqueros y especuladores, que llenos de codicia se han saltado todas las normas reguladoras existentes, movidos por la codicia de la ganancia..
Son culpables los políticos, por haberse despreocupado de aquellos controles que debían haber hecho y exigido por ley o simplemente por ética..
Son los políticos, que debieron prever, lo que podía suceder y no dieron normas para evitar la debacle, como dijimos anteriormente
Los políticos no estuvieron vigilantes ante tantos desmanes,
No obstante el problema no es tan fácil, ya que a partir de M. Teacher y Reegan la doctrina más común era la no intervención del estado, como hizo el FMI en la crisis de Asia, ya que hasta la izquierda se había hecho liberal.

La economía no es una ciencia como la matemática, ya que está muy cimentada en la fiducia. Cuando yo deposito dinero en un banco, supongo que habrá buena administración y, si quiero sacarlo del banco, espero me lo den. Sé que en el banco no hay depositados unos lingotes de oro, proporcionales al dinero estampado por el banco, como sucedía antes. Si todos los depositarios pidieran el dinero a la vez, no habría posibilidad de devolverlo, ya que el Banco, si quiere ganar dinero, no puede tenerlo inactivo, sino prestado.

Si los depósitos de la entidad bancaria no los administran bien, viene la bancarrota y el depositario pierde sus ahorros. Si falta la confianza el sistema se desmorona. La desconfianza ha llegado al extremo de que ni los mismos bancos se atreven a prestar dinero a otros bancos por temor a perderlo. Por este motivo ningún economista ha negado la intervención del estado con el fin de que evite esta posibilidad. La confianza es un factor muy importante en estas crisis.

A pesar de la crisis, casi nadie duda de que el fallo no haya estado en el capitalismo sino en que hayan fallado los mecanismos reguladores. Todos hablan de la necesidad de reforzarlos, dada la complejidad que ha traído consigo la globalización. El mercado tiene sus fallos y hay que corregirlos. Los totalitarismos, sin un mercado libre, han fallado mucho más, ya que han traído la miseria, como se ha constatado experimentalmente.

Gracias al neocapitalismo occidente había conseguido un bienestar económico, que no se ha conseguido en mercados no libres, dicen los liberales..
La solución está en curar al enfermo y reforzarlo con nuevos controles. ¿Cuáles son estos? Tendrán que definirlos los políticos y economistas, si se ponen de acuerdo. Lo cual es difícil.

¿Quiénes serán estos políticos? La economía se ha hecho planetaria y la ONU, tan desprestigiada, no tiene influencia para tomar las riendas. Tendrían que ponerse de acuerdo todas las economías más fuertes y en esto, dados los egoísmos nacionales, es difícil consensuar y después exigir los medios necesarios para evitar en lo sucesivo una nueva hecatombe. Es de esperar que el nuevo Presidente americano, tome las riendas a nivel global y consiga poner de acuerdo, al menos a los miembros del G 20.

No obstante quiero hacer una advertencia que esta reunión empieza a caminar con malos pasos, ya que no va oír la opinión de una gran parte de la humanidad, que es la más pobre. Me ha extrañado mucho, que ninguno de los miembros de G20 haya hecho la menos referencia a los problemas que va a suscitar esta crisis en los más pobres.

IV. LA GLOBALIZACIÓN


En realidad la crisis no ha sido motivada sólo por lo dicho anteriormente, ya que han existido otros factores que han incidido en ella, en concreto, la globalización. Esta palabra es la que más está sonando en los ambientes económicos. Los franceses la llaman mundialización. Es un proceso de libertad e integración de todos los mercados en los diversos aspectos: Trabajo, bienes, servicios, tecnología y capitales. La globalización supone abrir las fronteras en lo económico y pasar de una economía nacional a una economía globalizada. En una economía globalizada se reducen los costes y los productos financieros pueden llegar a todos los rincones del mundo con muy poco coste.

Se da un salto de las empresas nacionales o multinacionales a las globales. . Sus equipos de dirección, sus investigaciones, sus centros de trabajo están diseminados por el mundo. Para entenderlo se suele poner el ejemplo de la Nestlé, cuya casa central está en Suiza, pero está implantada en 150 países. En la dirección sólo tiene dos suizos. Los otros ocho son extranjeros, incluido el Presidente que es alemán. Este proceso integrador se ha podido hacer por la tecnología actual, gracias al trasporte, y a que las fronteras nacionales han ido cayendo. No obstante hay aún muchas dificultades que superar para llegar a una globalización completa tanto en el mundo financiero como comercial, como después iremos viendo.

La movilidad laboral está incidiendo en este proceso.
Por estos motivos hay economistas partidarios de ella, mientras que otros están en contra:
Los que están en contra (globofobia) consideran que los Estados están perdiendo su soberanía. Por otra parte, se trata de un proceso inabarcable, ya que no hay autoridad mundial, que pueda poner orden en este proceso tan complejo. Se están creando grandes dictaduras económicas, que controlan y dirigen los mercados sin escrúpulos, pensando sólo en la ganancia.
Como consecuencia de un afán de lucro y ganancia, las multinacionales se están cargando el ambiente. Sería mejor un crecimiento más humano

Es defendida por la mayoría de los economistas actuales.(globofilia) Paul Krugman (1999) dice: La globalización es positiva para el crecimiento del bienestar mundial y va ayudar a una convergencia económica hasta ahora insoñada. No obstante sus costes y beneficios no se van a distribuir justamente.

Siguiendo la doctrina liberal la globalización tienen que hacerla las empresas más que los gobiernos. Ello no quiere decir que los Estados democráticos no den normas que regulen los mercados. Los mercados se desarrollan mejor sin la intervención de los Estados o con la mínima intervención de ellos, dicen los economistas. La libertad de mercado, sin regularización, nos ha llevado a la crisis actual. En una economía globalizada son necesarias unas normas, asumidas por todos. El siglo XXI no será, como el XX, una batalla por el dogmatismo ideológico, sino por los ideales pragmáticos, con menos utopías y más realismo, aunque esto es también muy peligroso.

Economía abierta

Los economistas han constatado que una economía abierta progresa más que una economía cerrada, ya que se abren los mercados y el intercambio es más enriquecedor. Un empresa de ámbito global tiene más capacidad de innovación, de competitividad, de producción y de gestión. Hoy más que nunca tienen un valor muy importante los factores I+D+I, ya que el conocimiento de cara al futuro es lo más importante en una empresa. Las tecnologías tienen una importancia decisiva para producir más, mejor y más barato de cara al comercio internacional. De lo contrario habrá que acudir al pago de patentes. Por estos motivos se está imponiendo la globalización a pesar de las dificultades, que encuentra en su lento caminar.

Otro problema

La liberalización y la globalización de capitales están expuestas a serios problemas. Tendrán que atenerse a unas normas configuradas por la comunidad internacional, basadas no únicamente en la ganancia. Dice Jeffrey Sanchs: El capitalismo global es seguramente el arreglo institucional más prometedor para la prosperidad mundial, que haya visto la historia. Pero el mundo va a necesitar sabiduría y fuerza para explorar sus beneficios potenciales, y para ello debe liderar un sistema abierto basado en reglas estables sobre la base de principios que sean mundialmente aceptados (1997).

El problema es cuál debe ser esta autoridad, que confeccione estas normas.
Hasta ahora han sido los Estados Unidos, los que con su poder económico, imponían estos criterios. En parte esta crisis se ha motivado por la falta de control en Estados Unidos. No podemos olvidar que el dólar es la única moneda con la que se opera en todo el mundo. En todos los bancos del mundo el dólar es la moneda más apreciada..Algunos economistas se han preguntado ¿no sería bueno que hubiera una moneda única en el mundo? No deja de ser una utopía, ya que ello no es posible, mientras no haya una única autoridad en el mundo. Esperemos al menos que los del G20 se pongan de acuerdo. Estos son los problemas, que se va a plantear la globalización en los próximos años.

Deslocalización.

La deslocalización de las empresas está creando aspectos negativos y positivos en el mercado laboral.
Las multinacionales están trasladando muchas de sus empresas filiales a otros lugares, donde la mano de obra es mucho más barata, manteniendo intacto el proceso de distribución global. Al abandonar la empresa filial, donde estaba afincada, se pierde empleo de una manera alarmante. Miles de obreros se quedan con las manos cruzadas. Los gobiernos tienen que gastarse millones como subsidio de paro. La deslocalización tiene otra cara positiva, ya que beneficia a la nación en que se ha instalado y produce más ganancia en la empresa.

El proceso de globalización en las empresas es muy complejo. Los economistas ponen un ejemplo relacionado con la muñeca Barbie: La materia prima para la muñeca Barbie (plástico y plomo) se obtienen de Taiwan y de Japón. El ensamblaje se hace en Indonesia, Malasia y China. Los moldes provienen de Estados Unidos así como las pinturas para decorarla. China suministra el tejido de algodón para los vestidos. Las muñecas se exportan desde Hong Kong a un precio de dos dólares unidad, que cubre los 35 centavos de mano de obra de China, los 65 centavos de dolores de los materiales, y el resto cubre los costes de trasporte, administración y beneficio empresarial. Las muñecas se envían a Estados Unidos, donde se venden a diez dólares, de los que el diseñador (la empresa Metted) obtiene un beneficio de un dólar y el resto cubre el trasporte, el marketing y la distribución. A pesar de su deslocalización y desintegración, la mayor parte del valor añadido se origina en Estados Unidos. Las muñecas se venden en todo el mundo a una tasa de dos muñecas por segundo. Metted vendió en 1995, por este concepto, el importe de 1.400 millones de dólares.
Las multinacionales de coches funcionan igual.

Otra consecuencia de la deslocalización es que la actividades industriales de la OCDE hayan caído del 30 por 100 de PIB en 1960 al 20 por 100 en 1995, El empleo industrial ha caído del 28 en 1970 al 17 en 1995. La industria va en busca de jornales baratos. En los países desarrollados el tejido industrial se está desmontando y desapareciendo las chimeneas.


El obrero del Norte no puede competir con los países en los que la mano de obra es muy barata, a no ser que baje su salario para que no se vaya la empresa o se tecnifique de tal manera que los pecios se abaraten y pueda competir con la mano de obra barata. Hay una lucha de los gobiernos para evitar estas fugas continuas. En Linares lo estamos viendo con la fábrica de coches.

El impacto de la globalización sobre el empleo ha sido impresionante. Ni los políticos, ni los sindicatos han podido predecir las consecuencias de este proceso, ya que hasta ahora los paros han sido absorbidos por los servicios. La deslocalización se produce sobre todo en empresas que necesitan mucha mano de obra, como la confección de juguetes, y calzados.

No obstante el control de la propiedad, de la marca, del diseño, de la calidad, del marketign y de la financiación sigue en manos de las empresas matrices.
La solución en esta competición de los mercados, vendrá por el conocimiento. En cuanto más preparación técnica haya en los obreros y más estructuras tanto estatales como particulares de innovación técnica, más posibilidades tendrán las empresas de subsistir en el futuro. Admiro a Estados Unidos, que acaparan la mayor parte de los Nobel y raro es el día, que en los periódicos no aparece un descubrimiento científico en sus centros de investigación.

Habitantes

En este proceso de globalización se está produciendo un trasvase de unos pueblos a otros. Ello tiene sus ventajas e inconvenientes. Se está produciendo una universalización cultural, como consecuencia de la globalización. Lo cual es bueno y malo.
Al mismo tiempo millones de personas dejan sus raíces y son sometidas a unos procesos de integración, difíciles de realizar, ya que en su mayor parte termina en ghettos.

Sería mejor promover el desarrollo en estos países. Cuando lee uno las grandes cifras de este proceso queda uno impresionado.

Las proyecciones de la FNUAP indican que a mediados del siglo XXI, el total de la población del mundo llegará 9.000 millones de habitantes, de los que África tendrá el 23 por 100 del total en comparación con el nueve por ciento en 1960; Asia una 55 por 100; Iberoamérica un nueve por 100 y los países de la OCDE un 13 por 100 ;Europa que en 1960 tenía el 20 por 100 de la población mundial, caerá a menos del 7 por 100 en 2050.

Europa se está despoblando y no está dando ni un paso pequeño para evitarlo.
Por otra parte las nuevas técnicas permitirán en los próximos años el alargamiento de la vida del hombre sobre la tierra.

Movilidad laboral

Como consecuencia de lo dicho anteriormente, en los próximos años va a aumentar la movilidad de los trabajadores, de los bienes y servicios, de la tecnología y del capital. Ello va a traer consigo una movilidad en la emigración de los países pobres a los ricos y de los técnicamente cualificados a los países pobres, llevando las últimas técnicas.

Los precios serán más homogéneos en el mundo al estar los mercados más abiertos. Nacerá en el futuro la especialización por sectores de acuerdo con las mayores posibilidades de cada región. Esta especialización se hará en conformidad con las materias primas de cada lugar. Occidente tiene la posibilidad de ayudar al tercer mundo a que se dote de la técnica necesaria para que su agricultura sea más productiva, para que su sanidad avance, como dice el adagio inglés: Trade is better than aid ( Es mejo enseñar a comerciar que dar limosnas..) o como se dice en castellano, es mejor enseñar a pescar que darle un pez. Este intercambio ayudará a los pobres a subir su nivel de vida, ya que dada la movilidad de los capitales, se verán beneficiados de ello. Así poco a poco se va a la convergencia social. La movilidad en un sentido amplio es como el alma de la globalización. La movilidad está haciendo el mundo pequeño.

Concentración en las ciudades

El proceso de industrialización que nació en Inglaterra, trajo consigo la huida del hombre rural a la ciudad. En el pueblo, bajo la misma torre, los hombres y las mujeres vivían encerrados en sus tradiciones. El trabajo del campo era duro. Sus horizontes muy cerrados. Con el nuevo proceso de globalización su vida ha cambiado de una manera radical. Se han creado las grandes metrópolis y el campo está quedándose vacio. Estos cambios tan radicales están cambiando nuestra vida.

A principios del siglo XX el 68 por 100 en el Japón trabajaba en la Agricultura; en Estados Unidos el 44 por 100; en Gran Bretaña el 20 por 100.En la actualidad este porcentaje ha disminuido quedando reducido al 5 por ciento en el Japón, al 3 por 100 en Estados Unidos y al 2 por 100 en la Gran Bretaña. En estas naciones han aumentado los servicios. El campo se está despoblando. La agricultura apenas puede cubrir los gastos por falta de mecanización, por su atraso técnico, por falta de capital, y por su escasa investigación. Es de esperar que las nuevas generaciones, que han adquirido un nivel cultural más amplio, tomen el timón y el mundo rural no desaparezca en este proceso globalizador.

Las multinacionales

Como apuntamos anteriormente las multinacionales están teniendo un gran protagonismo en este proceso.
La experiencia está demostrando que las empresas para ser más competitivas tienen que ser cada vez más globales, más grandes y estar implantadas en la mayor parte de países o regiones. Las empresas filiales están agrupadas junto a una central o matriz, que normalmente queda destinada al diseño, al estudio de las nuevas tecnologías, al control de calidad de los materiales, a la marca, al estudio de los mercados, a la publicidad, a la financiación, y a la distribución.

El hecho de que las multinacionales son responsables hoy de dos tercios de las exportaciones mundiales de bienes y servicios y de cerca de un 10 por ciento de todas las vetas domésticas mundiales, lo que da una idea de su importancia creciente.[5]
Las multinacionales difunden la tecnología a través del mundo. Gastan mucho dinero en investigación, ya que su éxito dependerá de las tecnologías punta que posean.
Los sistemas de comunicación a través de internet, van a facilitar los intercambios necesarios de estas filiales con la matriz, ya que al estar instaladas en diversos países con distintas lenguas, se está imponiendo el inglés, como lengua del comercio global.

De las quinientas empresas más grandes del mundo, 222 son de Estados Unidos, 130 de la Unión Europea, 71 del Japón; 28 de Asia excepto Japón, 8 de Iberoamérica, 8 de África y 33 del resto del mundo.
Las empresas tienden a fusionarse, aunque habrá que evitar se trasformen en monopolios, mediante la oportuna legislación

Las multinacionales y los estados

Las multinacionales escapan a los impuestos en diversos países desplazandolos beneficios a los paraísos fiscales. La recaudación de impuestos para los Estados será cada vez más difícil con el desarrollo de internet y del comercio electrónico, ya que es fácil ocultarlo. El dinero circula con mucha facilidad dentro de la red y termina en paraísos fiscales sin que nadie pueda controlarlo. Los Estados tampoco podrán controlar los pagos o ingresos realizados por el comercio electrónico.

Se están planteando muchas tensiones entre las multinacionales y los Estados por el poder que llegan a tener éstas. En la actual crisis se debería establecer regulaciones de tipo internacional para evitar estos conflictos. Los Estados no llegan a comprender que las empresas son las que tienen que regular sus economías para que sean competitivas. Las empresas deben tener en cuenta los problema humanos tan serios que pueden crear a un Estado por su excesivo afán de lucro.

Las empresas, por otra parte, trasladan su residencia a países con menor prisión fiscal.. Por esto los gobiernos, al tomar sus decisiones políticas no sólo deben pensar en la opinión púbica interior, sino también tener en cuenta la incisión que pueden tener en las multinacionales.
Con una normativa económica clara y estable, las multinacionales invierten más fácilmente, ya que hay más credibilidad y estabilidad.

Los Estados, ante este frenesí de competitividad, cada vez tendrán menos ingresos para atender a los gastos sociales. Hay quienes aseguran que posiblemente en el futuro la sanidad y otros gastos sociales serán gestionados por los particulares en este proceso globalizador.
Es curiosa la comparación de los diversos países en los gastos sociales en la actualidad. Alemania dedica el 21,8 por 100 de su PIB; Estados unidos el 14, y el Reino Unido el 15; España el 19,2. Esto tiene sus consecuencias para la competividad de las empresas a escala local, ya que a mayor gasto se necesitan mayores impuestos. Con excesivos gastos las empresas son menos competitivas, yaque tienen que pagar más impuestos. La solución que vienen dando es mayores impuestos sobre el consumo que sobre el trabajo.

¿Política monetaria independiente?

En un mundo globalizado no es posible llevar una política monetaria independiente. La existencia de mercados de capital abiertos plantea muchas dificultades a una política económica y a la política de libre cambio. En este mundo interconectado cada vez somos más dependientes. Cada mañana miramos a la bolsa de Estados Unidos al abrir nuestras oficinas financieras. Si se resfría el dólar,
nosotros cogemos una pulmonía. En Europa tenemos que estar mirando al Banco Central o a los burócratas de Bruselas, con el fin resolver nuestras actuaciones en lo económico. Si el petróleo sube y sube, nuestra economía quiebra. Cada vez somos más dependientes.

Despolitización de la economía

Esta independencia es buena en un mercado global, pues de lo contrario los gobiernos sólo piensan en las elecciones, haciendo promesas económicas, que sólo piensan en buscar votos, más que en el bien común.
Por esto los bancos centrales deben tener plena autonomía frente a los gobiernos y que éstos estén dirigidos por personas competentes y sean independientes del poder político. Se tiende a que la política fiscal esté marcada en la unión europea por el pacto de estabilidad.

Superar crisis

Tom Friedman(1999) dice: La verdad más básica frente a la globalización es que no hay nadie que esté al mando y que cuando algo va mal, no hay nadie a quien llamar. Globalización es, norteamericanización, pero las autoridades monetarias norteamericanas no parecen hacer frente a su responsabilidad.
Joseph E. Stiglitz pide que: La ideología del simple mercado debe ser reemplazada por análisis basados en la ciencia económica, con una visión más equilibrada del papel del Estado, a partir de una comprensión de los fallos tanto del mercado como del Estado. Debe existir más sensibilidad sobre el papel de los asesores externos, de modo que respalden la toma democrática de la decisiones, clarificando las consecuencias de las distintas políticas, incluyendo los impactos sobre los diferentes grupos, especialmente los pobres-, y no los socaven, forzando políticas concretas sobre países reticentes.[6]

Una economía globalizada para ser gobernada, necesita una autoridad supranacional y esta no ha existido, ni existe. La ONU no tiene autoridad para ello. El mercado a escala mundial no puede funcionar sólo. El dejarlo que funcione a su aire, ha dado lugar a que el móvil sean la ganancia, la eficacia y el lucro. Ha ido sembrado el individualismo y la codicia por todos los rincones del mundo.

El petróleo

Al entrar China, la India, y el Brasil en esta economía global los mercados se resienten no sólo por la competencia, sino por otros factores, como es el consumo de gasolina y petróleo, que se han disparado.
Ello se ha notado sobre todo en la subida del petróleo, que tan negativamente ha incidido en la crisis. El incremento del gasto de petróleo en las industrias, ha sido tan alto, que muchas empresas dejan de ser competitivas por un excesivo gasto en petróleo.

Se ha resentido por el petróleo la pesca, que es por tradición una de las empresas más fuertes de nuestra economía.
El trasporte es cada vez más caro. Las líneas aéreas están en quiebra. Los agricultores se quejan de los excesivos gastos que tienen que pagar por los abonos, por los créditos y el gasóleo.

La electricidad

El motor más importante de la economía, la electricidad, se produce en España, casi en su totalidad, por el petróleo. Por este motivo es cada vez más cara la electricidad. La electricidad es el mayor motor de la economía. Sin electricidad no hay progreso.
La economía especulativa ha invadido todos los rincones del planeta y puede hacer temblar a la economía real, que es en realidad la que produce la riqueza de las naciones. Es necesario atarla para que corra menos. .

Las revoluciones ya no están gobernadas por las ideologías, sino por los fundamentalismos religiosos y los nacionalismos disgregadores. La guerra ya no se hace desde los campos de batalla, sino desde otras trincheras. El terrorismo es una guerra sin frentes, y los nacionalismos, cada vez más vivos, están nublando la globalidad de nuestro mundo. Debemos de ser ciudadanos el mundo y no vivir apegados a nuestro terruño.

V. NACIONALIZACIONES.LIBERTAD Y MERCADO

Antes de seguir adelante creo que es necesario analizar algunos aspectos de este proceso, tal como lo plantean muchos especialistas y que podríamos decir que están en el mismo corazón del problema. Se trata de los problemas que tiene la intervención desde un punto de vista político, filosófico e incluso económico.

Los economistas han establecido este principio. Una economía de mercado, a la larga, no puede funcionar sin libertad. El liberalismo económico es inseparable del filosófico y del político. Libertad de mercado y dirigismo político no pueden funcionar, porque capitalismo sin libertad no es capitalismo. Sería un capitalismo con la cara lavada. En China, es verdad, que funciona una cierta economía de mercado o capitalismo sin libertad, pero a la larga, dicen los críticos, terminará desmoronándose, aunque no se identifiquen liberalismo y capitalismo. Pero cabe una nueva pregunta ¿Es igual liberalismo que economía de mercado (capitalismo)?.

¿Serían separables?. Esta es la cuestión que tenemos planteada en la actualidad. En China existe la economía de mercado sin liberalismo político y filosófico (Democracia). El Estado lo controla todo e incluso lo dirige, aunque haya evitado lo colectivización al estilo ruso, y admitido la propiedad privada y haya admitido ciertos límites de la libertad en lo económico. En este momento funciona, ¿Pero seguirá funcionando?.

¿Las normas que se den ante la presente crisis, las aceptarán los que no han intervenido en la gestión? En una dictadura, el mercado interior funciona con unas claves distintas, ya que se encuentra con el padre Estado en todos los rincones de la industria y no les queda más remedio que obedecer. ¿Las mismas normas valdrán para diferentes sujetos?
Las empresas privadas de las democracias deberán competir con las empresas públicas de los países totalitarios.
¿Hasta dónde el dirigismo estatal debe controlar la economía? ¿Hasta dónde debe llegar el poder estatal, al nacionalizar la economía, sin matar el mercado?
Las naciones occidentales, que han admitido la nacionalización, hablan de un periodo temporal y provisional, hasta que los mercados se regulen.

Constatamos que si la libertad del mercado queda controlada por el poder, el mercado termina siendo controlado por los que mandan y deja de ser libre (Isaiah Berlín) En los consejos de administración estarán los que en ese momento tengan en sus manos el poder ejecutivo. Controlar la economía, lleva a que haya menos democracia, ya que el mercado no es libre. Su falta de libertad o regulación tiene que hacerse en función del bien común sin pensar en intereses de grupo o políticos, sino pensando en el bien común.

Se está viendo en la lucha por la fusión de la Cajas de Ahorros en cada una de las autonomías, ya que los políticos son conscientes de que las Cajas de ahorros pueden ayudar al progreso de la región, pero también, que quien puede manejarlas y tiene el dinero a su disposición, tiene el poder. Quien tiene el poder, controla las televisiones y la prensa. Quienes tienen las televisiones y la radio y la prensa, se comen el coco de los televidentes, ya que conocen lo fácil que es manipular a las masas, como decía Ortega. Y si a su vez nombran los jueces, serán inútiles las denuncias por corrupción, o inmoralidad. En una palabra saben que seguirán sentados en la poltrona y con los bolsillos llenos. También la fusión por regiones y obligatoria o presionada desde el poder es mala. Habría que reformar primero las estructuras de las Cajas, para que hubiera menos políticos en ellas y después dejarlas que libremente se asocien con quien quieran, dentro o fuera del territorio. También las Cajas pequeñas han prestado un gran servicio, piensen en Córdoba o en Ronda y no hay razones para cambiar su estatuto pasado, en busca de una mayor eficiencia.

Dice Juergen B. Donges. La eventualidad de una nacionalización parcial de bancos supone un salto cualitativo de envergadura desde un punto de vista del ordenamiento económico. Pues el gobierno, en cuanto siente a sus representantes en los consejos de administración de los bancos implicados, asumirá un papel que no le corresponde. Es bueno que los gobiernos se hayan apresurado a anunciar que no piensan convertirse en accionistas eternos, sino que se retirarán del negocio en cuanto la situación se haya estabilizado.

El gobierno alemán ha anunciado que en caso de aportar capital a alguna entidad, se reserva el derecho de intervenir en la gestión, de restringir la toma de riesgos, de promover la concesión de créditos al sector de la pequeña y mediana empresa, de supervisar la distribución de los futuros gerentes, como limitar las retribuciones por salario de los directivos y de las indemnizaciones en los contratos en el caso de abandonar el banco.

Las nacionalizaciones son un obstáculo para la economía globalizada, ya que está sujeta a muchas trabas o normas en cada nación o bloque y habría una competencia desleal, al estar amparada por los Estados.
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Muy atinadamente N Beberez hace estas precisiones: La crisis pone de relieve la debilidad de la regulación y la peligrosidad de las normas del capitalismo financiero, pero también la ausencia de instituciones capaces de hacer frente a las crisis mundiales por falta de cooperación internacional. Así, pues, mientras que la salida de la crisis financiera implica estrategias concertadas entre el norte y el sur o dentro de la unión europea, prevalece el nacionalismo económico, las tentaciones proteccionistas y las medidas de dumping, que aceleran la contratación de intercambios y fomentan la desconfianza (ABC. 26-10-08).

Las nacionalizaciones parciales o veladas tiene estos pasos:: “Primero se adquieren las participaciones; después se interviene en la gestión de la crisis y se nombran unos nuevos gestores. Con lo cual el Gobierno se trasforma en dueño y señor de la economía,

Los puntos más salientes de las nacionalizaciones inglesas son estas:
Los bancos pueden canjear sus hipotecas por bonos del estado
Mantener el grifo del mercado interbancario con 320.000.000 millones de libras, ayudando a su liquidez y a que las entidades bancarias puedan prestarse dinero unas a otras.
La entrada del Estado en el accionariado de los bancos.
La consecuencia de ello es reducir los gastos sociales y subir los impuestos para hacer frente a estos gastos tan desorbitados.
El estado se sentaría en los consejos de los bancos.


VI.-GLOBALIZACIÓN Y PROTECCIONISMO

Sarkozy no solo dijo que había que refundar el capitalismo. Dijo una frase aún más fuerte: El capitalismo nos ha fallado, os pido que perdáis el miedo a la palabra proteccionismo. Este giro del Presidente, en relación a lo que pensaba anteriormente, supone unos nuevos planteamientos en lo económico. El está señalando una alarma, que se produce como consecuencia de la globalización. Los países emergentes tienen ahorrados, especialmente China y los Emiratos árabes, una inmensa fortuna de 2,2 billones de dolores. Con ellos podrían entrar en los consejos de administración de muchas industrias europeas, que necesitan para su liquidez una fuerte inyección de dinero. Las consecuencias son serias, ya que un país comunista o árabe terminaría dirigiendo la economía de una nación en sus mejores empresas estratégicas. Todo el proceso técnico del desarrollo, con los grandes costes, que han debido realizar las empresas, con ayudas de los Estados, queda en manos de unos grupos, que ni siquiera son democráticos. Sorkozy y en general los Presidentes de todos los países europeos, de hecho son reticentes, aunque no quieran decirlo claramente. Las eléctricas, los trenes, las industrias de armamento, la energía atómica, las i. automovilísticas etc. no quieren que caigan en manos ajenas. Las barreras es difícil que caigan, mientras no haya un gobierno universal y global y de ello estamos muy lejos. En un mundo globalizado, si no hay una autoridad mundial, que pueda imponer la regulación, es difícil que ella se aceptada por todos, si no es impuesta. Entretanto tendremos que contentarnos con el G20, y que los organismos que definitivamente se aprueben, puedan intervenir a escala internacional. Al ir desapareciendo el poder hegemónico de Estados unidos, como estamos viendo, se hará muy difícil una armonización del sistema gñobalizado. Europa por otra parte está muy dividida, con sus ultranacionalismos, y no está comprendiendo, que vivimos en un mundo global.

En este mundo globalizado las empresas multinacionales se van de un lugar y crean un gran problema laboral para miles de obreros. Esto está sucediendo ya en España. ¿Qué hacemos? ¿Cerrarnos?
Si nos cerramos, dicen los partidarios de los mercados más abiertos, Europa se hundiría, ya que se le cerrarían los mercados, si se pierde la posibilidad de que les entre dinero por medio de estos fondos extranjeros..Se reduciría las transacciones internacionales y se colapsaría el mercado global..
La comunidad europea, hasta ahora, ha estado en contra de este intervencionismo. No sabemos si prevalecerá la teoría de Sarkozy.
No obstante la imposición de impuestos a las importaciones sigue existiendo en la unión europea. Las consecuencias no se preveen.
El Director General de la Orgnización mundial del Trabajo (OMT), Pascal Lamy ha dicho: Se trata de políticas del pasado que no tienen lugar en el futuro.

En Francia Sarkozy, enemigo al principio del intervencionismo, propone un plan excesivamente intervencionista, rechazado por la Unión Europea. Invita a que las otras naciones europeas hagan lo mismo (ABC. 24-10-08): Propone unas inversiones públicas del Estado por valor de 175.000 millones de euros con el fin de potenciar proyectos industriales innovadores..Con ello se crearían nuevos puestos de trabajo. Este dinero se dedicaría a empresas estratégicas, no deficitarias. La encargada de gestionar este dinero, bajo la supervisión estatal, sería la Caise de Deport y Consignation.

No sabemos si definitivamente funcionará ese plan. Con él se carga el merado libre internacional. La Unión Europea parece ser que va a exigir el principio de reciprocidad, es decir, si yo permito que una empresa rusa compre otra empresa española, debo yo poder hacer lo mismo con otra rusa.

VII. PROPUESTAS PARA LA EUROZONA

Hasta tanto se tomen decisiones más globales en el G20.se proponen estos puntos referentes, aunque abiertos a otros.

Primero el aumento de la garantía estatal mínima para los depósitos de los ahorradores particulares, en caso de quiebra del banco
Segundo la concesión de avales estatales para los créditos interbancarios durante un periodo de tiempo limitado y bajo la visión de una comisión.
Tercero, la nacionalización parcial de entidades financieras mediante la adquisición de paquetes accionariales por parte del Estado, que se venderían pasada la crisis..

Estos principios generales, se irán concretando posteriormente.

El laborista Gordon Brown es el que más influjo tuvo en la reunión de la UE, al proponer una serie de nacionalizaciones en los bancos. Los demás, que al principio se negaron, terminaron aceptando estas propuestas e hicieron lo mismo.
Gordon Brown propuso la nacionalización parcial de la Banca., la Lyds, Royal Bank of Scotland, y HBOS, inyectándole 50.000.000 millones de libras.

Sarkozy dijo en la reunión: Los gobiernos otorgarán garantías públicas a las operaciones de refinanciación de la deuda. Otros de una manera más genérica hablaron de otorgar garantías públicas a las operaciones de refinanciación…. No se va a permitir la quiebra de ninguna entidad financiara. No será un regalo, sino que se permitirá a los bancos funcionar..

El terror se había apoderado de los jefes de gobierno europeos.
Cuando Estados Unidos comienza a nacionalizar la Banca, como Brown, se empieza a abrir paso el camino de las nacionalizaciones. Buch tuvo serios problemas, ya que muchos senadores republicanos y demócratas se opusieron a las nacionalizaciones.

A los conservadores les daba miedo hablar de intervencionismo frente al mercado libre, tan presente en su programa.

Los gobiernos de la Eurozona concederán garantías públicas para operaciones de refinanciación bancaria. Este dispositivo sería temporal, hasta el 31 de diciembre de 2009.

Los estados podrán reforzar el capital de los bancos mediante la suscripción de acciones preferentes o con títulos similares. Los países de la zona euro reiteraron su compromiso de evitar la quiebra de las entidades importantes para el sistema financiero.

El documento celebra la decisión del Banco Central europeo y de otros bancos centrales de rebajar medio punto los tipos de interés, aunque también pide que sigan estudiando todas las vías posibles para reaccionar de manera flexible en las actuales condiciones de mercado.
Se proponen sobre todo restaurar la confianza de los europeos, sostener cueste lo que cueste la actividad inmobiliaria, seguir manteniendo con dineros públicos a las empresas deficitarias, liberar el mercado del trabajo, establecer nuevas reglas de juego y comprobar su cumplimiento, favoreciendo el juego limpio.

Sancionar a los culpables de la crisis. Suprimir sueldos excesivos de los ejecutivos. No obstante aún les queda un camino largo para concretar en cada nación estos programas. El camino está trazado, pero es demasiado genérico y tardarán tiempo en ponerse de acuerdo.


VIII.-¿REFUNDAR EL CAPITALIMO?

Esta es la frase que Sarkozy propuso, tal vez sin llegar a darse cuenta del alcance que podía tener esta palabra. El mismo Bush se asustó nada más que de oírla y habló de preservar los fundamentos del capitalismo democrático, y sanear los mercados, la empresa y el comercio libre: La crisis dice no ha sido un fracaso del libre mercado y la respuesta no es inventar el sistema. La Unión Europea debe concentrarse en las reformas necesarias para prevenir las futuras crisis sin poner en duda el sistema capitalista, responsable de materializar prosperidad y esperanza a la gente del mundo.

Esta frase ha dado lugar a muchos comentarios, unos jocosos y otros agudos. Para la izquierda nostálgica del socialismo real es la consecuencia de las predicciones de Marx en el Capital. Si se hundió el comunismo ruso y ahora se hunde el capitalismo, hay que volver al comunismo puro, que aún no se ha puesto en práctica. Por esto la izquierda se flota las manos
Para otros refundar el comunismo es volver a un intervencionismo de Estado, en mayor o menor grado, aún por determinar, al estilo de las propuestas por Keynes.
A los liberales puros, se les revuelve el estómago, ya que el liberalismo ha traído el bienestar a los países desarrollados y es una insensatez volver a los centralismos intervencionistas, que sirven de freno a la economía. Por esto sostienen que el Estado sólo debe intervenir en el mercado financiero y el menos tiempo posible, ya que no se puede constituir como gestor de los bancos. Decía el gran economista español, discípulo de Hayek, Lucas Beltrán: Los estados controlan los mercados privados. La economía pública no la controla nadie.

Un amigo mío me decía, que él encerraría a los 100 economistas más punteros del mundo para que nos dijeran el camino a seguir. Yo le decía que probablemente no se pondrían de acuerdo, siendo el tema tan complejo y la coyuntura actual tan crítica.

Esta crisis está creando mucho escepticismo en los jóvenes y en los mayores miedo, por temor a que vuelvan los años de su infancia.
En la ultima reunión americana de Jefes de estado el Presidente de Méjico, Felipe Calderón, ante la postura de otros jefes de estado filo-marxistas, hizo un análisis interesante de la situación actual. Entre otras cosas, dijo: Los jóvenes no creen en nada. No creen en los políticos (estoy seguro que todos lo creemos); no creen ahora en la economía, porque la economía ha fracasado; no creen en el capitalismo, que está mostrando sus terribles deficiencias; y no creen tampoco en el socialismo que murió antes de que ellos nacieran. Y en lo menos que creen es en las ideologías.
Otro economista, Juan Velarde, responde a Sarkozy, que se propone refundar el capitalismo, con datos que yo desconocía, cuyo texto trascribo a continuación, aunque sea demasiado largo: Los políticos muchas veces tienen frases que a ellos les parece que son luminosas y van a gustar a la gente, porque no dicen nada, pero parece que dicen mucho, les viene bien a los unos y a los otros. Sarkozy tenía dos mandatos muy serios. Al principio de su gobierno, pide a Candessus, que fue Director del Fondo Monetario Internacional, un esplendido economista francés, qué es lo que tenía que hacer. Y el Informe Candessus existe, pero como contenía medidas desagradables, no se ha hecho. Después, encargó a todo un equipo dirigido por Jacques Attali, que le hiciese un dictamen. Attali lo presentó, yo por ejemplo lo he leído, y pone los pelos de punta de los cambios que hay que hacer en la economía francesa. ¿Ha hecho algo Sarkozy? Nada. Bueno, resulta que hay una crisis, en parte porque ni Candessus ni Attali han sido escuchados. ¿Y qué es lo que de repente un gobernante dice? “Vamos a refundar el capitalismo”; mire, ande, siga lo que dos grandes técnicos y economistas le han recomendado, y déjese Vd. de refundaciones. El Estado tiene que hacer siempre cuatro cosas: obligar a los empresarios a competir, evitar que el mercado afecte a la dignidad de la persona, el derecho de propiedad no es absoluto y no puede afectar a bienes que son colectivos, y garantizar la confianza en el mundo financiero. El Estado debe intervenir para que sean limpias las conductas de los bancos, los intermediarios financieros, las bolsas de valores, etc. Tiene que haber reglas para que quienes se metan deban jugar limpio. ¿Reformar esto? “Ah, es que tenemos que ser más escrupulosos en…”, pero ¡si esto está desde el principio! “Es que no podemos dejar que se mueran de hambre los pensionistas”.

IX. SOLUCIONES.

Como vamos viendo a través de este trabajo, una gran mayoría no hablan de refundar el capitalismo, sino más bien de establecer unos controles dentro de los cuales deba moverse.

No obstante, algunos van más al fondo de la cuestión. Llegan a decir que mientras no se hagan un cambio radical de la estructura de la Onu, no será posible establecer esos controles, ya que no hay ninguna autoridad global, que sea capaz de imponer unos criterios concertados por todos. Hasta ahora eran los EEUU. con su poder político y económico, los que se imponían. Pero su poder se empieza a resentir y ya no pueden imponerse en el mundo. No obstante todos piensan que mejor es algo que nada, dada la urgencia de afrontar el problema

Europa con otras naciones democráticas tendría un peso muy grande en este proceso de renovación, si políticamente estuviera más unida, y se dejaran al lado los excesivos personalismos nacionalistas. Su voz se oiría más fuerte.

. En todos estos días se están dando muchas recetas: Un capitalismo más estable y menos expuesto al riego, más dirigido por el poder público y menos entregado a la auto-regulación, más orientado a la producción, más equilibrado entre el norte y el sur, más trasparente y más sólido en los mercados internacionales.

Es necesaria la creación de organismos internacionales con poder de decisión.

. Dicen otros: La amenaza del hundimiento del sistema interbancario y las fuertes intervenciones públicas, requeridas para encauzar el hundimiento y ayudar a las familias y a las entidades de crédito, no justifican el retorno a una economía dirigida ni a la recuperación de las barreras proteccionistas. Por esto hay que ser muy cautos en tomar excesivas intervenciones estatales. Estos neoconservadores están aterrados.

Todos sugieren una mayor austeridad en el gasto público, una liberación ordenada de los flujos de capitales, la rebaja del IRPF y del impuesto de sociedades

Otros sugieren como base principal de la reforma un nuevo cambio de la política energética. Dada la subida del petróleo, es necesario buscar nuevas fuentes de energía. Sería necesario, que a escala mundial, se propusiera centros de investigación para acelerar muchos de los proyectos, que están en marcha o se puedan proponer.. Es tan urgente este proyecto, que la economía no podrá dar el salto en el siglo XXI sin energía más barata y menos contaminante..

Es necesario y urgente, trasformar el servicio de trasportes, que hasta ahora se ha hecho por carretera. Por tren en el futuro va a ser más ecológico, y más barato.

Es necesario que a nivel global se establezcan unos controles y garantías necesarias, dotándolas de mayor eficacia.

Sobre todo es necesaria una gran trasparencia democrática.
Establecer unas regulaciones y reglamentos claros, con fines incluso coercitivos. Lo cual será difícil imponer en los países no democráticos..
La reforma debe estar más centrada en la producción que en la especulación, prestando atención a la economía real que a la especulativa, dando una gran importancia a la investigación y al desarrollo ( I y D).
Vigilar muy de cerca a la economía especulativa, con las limitaciones necesarias para las multinacionales.

Se impone una reforma del mercado del trabajo, con el fin de que se atempere el capitalismo salvaje.

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X. .ASPECTOS MORALES.

El liberalismo nos dice, como vimos antes, que la economía no tiene que tener en cuenta ninguna norma moral. Sus normas son la libertad, la eficiencia económica y ganar lo más posible.
Es evidente que la economía está al servicio del hombre y no el hombre como esclavo de la economía. El hombre es el centro.
Una crisis moral termina corrompiendo todos los sistemas, no sólo el económico.
Es verdad que el interés, la ganancia, la eficiencia han sido los motores del crecimiento. Pero todo ello tiene sus límites.. No todo es producir más y más. No todo es acaparar dinero, sin límites y sin ningún control. Tener en cuenta a la persona es lo primario en cualquier acción. Ser es más importante que tener, aunque sea necesario tener..

No podemos destruir nuestro mundo, sin pensar en las generaciones futuras. No podemos subirnos a la opulencia, sin mirar a los millones de seres que pasan hambre en el mundo.

El capitalismo tiene que tener sus controles y no ser opaco, sino trasparente.
Decía un político: Lo más importante en las próximas décadas radicará en la necesidad de un cambio de actitud. La cultura del esfuerzo y la comodidad tendrá que equilibrarse. Una cosa es apreciar y valorar el dinero y otra caer en la idolatría.
Los nacionalismos van a dificultar nuestra salida de la crisis, ya que si no tienen los ojos abiertos al mundo y nuestra mirada queda encerrada en nuestro terruño, es muy fácil que nos dejemos llevar sólo por nuestros intereses y egoísmos particulares y no tengamos presente el bien global de la humanidad.

Si en este mercadeo olvidamos la justicia y solidaridad y que el hombre no está sólo, sino abierto a una comunidad mundial, el nuevo mundo irá a la deriva acosado por los hambrientos.
Es muy triste que en estos días, en que la crisis está en primera plana en los periódicos, nadie se haya preguntado, si a consecuencia de ella, se seguirán muriendo más niños en África o se hayan planteado los miembros del G20, qué es lo que pueden hacer para muera menos gente de hambre en el mundo.


XI. ¿ EL CAPITALISMO ES PECADO?

El año 1884 el P, Félix Sardá y Salvany escribió un libro titulado ¿El liberalismo es pecado?. El libro no fue mal visto por iglesia oficial, aunque suscitó en aquel momento muchas críticas. Especialmente por D. Antonio Maura, que se profesaba católico y a la vez conservador liberal. El liberalismo tenía tintes anti-eclesiales y era mal visto en aquel momento por la Iglesia, por las características que tenía el liberalismo filosófico. El liberalismo ha sido criticado por todos los Papas.
Juan pablo II en la centessimus annus aborda el tema del capitalismo de una forma que no se había hecho anteriormente. Había comprobado en sus propias carnes los estragos que había sembrado el comunismo en Polonia, en el aspecto moral e incluso en lo económico.

Antes del pontificado de Juan Pablo II, los Papas condenaron sin paliativos el socialismo y mantuvieron una actitud muy crítica frente al liberalismo filosófico y político por una serie de razones socio-culturales que no voy a explicar ahora. Por otros motivos, especialmente por su ideología liberal, contraria a la concepción cristiana del hombre, criticaron el capitalismo, ya que causó muchos estragos en las sociedades de aquella época en el plano económico y sociocultural.

Como muestra, Pablo VI hace esta condenación: Pero por desgracia sobre estas nuevas condiciones de la sociedad se construyó un sistema que consideraba el lucro como el motivo esencial del progreso económico, la competencia como la ley suprema de la economía, la propiedad suprema de medios de producción como un derecho absoluto, sin límites ni obligaciones sociales correspondientes. Este liberalismo económico conducía a la dictadura, justamente denunciada por Pio XI, como generador del imperialismo internacional del dinero. Nunca se rechazarán suficientemente tales abusos, recordando una vez más de forma solemne que la economía está al servicio del hombre. Pero si es verdad que un cierto capitalismo fue la causa de muchos sufrimientos, de injusticias y de luchas fraternales, cuyos efectos duran todavía, sería injusto que se atribuyera a la industrialización misma los males, que son debidos al nefasto sistema, que los acompaña.

Con el tiempo se fue atemperando y el cambio social y otros factores externos ayudaron a que presentara un rostro más humano, ya que había elevado el bienestar en Occidente, frente al fracaso del comunismo en Rusia con la caída del muro de Berlín.
La elevación del cardenal Wojtyla al solio pontificio constituyó un cambio decisivo en su valoración, ya que supuso la reconciliación entre la economía de mercado y la doctrina social de la iglesia, aunque con ciertas limitaciones como veremos.

Pudo ver con sus propios ojos, los fallos de una economía planificada, la opresión continua de la persona humana y la conculcación permanente de la libertad y los derechos humanos.

La encíclica del Papa está fundada en la dignidad de la persona humana y su libertad. En este mismo marco, la encíclica Sollicitudo rei Socialis (1987) defendió “el derecho fundamental de la persona a la iniciativa económica” y la calificó como unos de los derechos más importantes, después de la libertad religiosa.

Se rechaza con una claridad meridiana el capitalismo, cuando no está encuadrado dentro de un sólido contexto jurídico o normativo al servicio de la libertad humana. Un mercado que se erija en norma suprema para la regulación del mercado sin ninguna norma mediadora, deshumaniza al mismo hombre. Dicho de otra manera, libre mercado, si, pero sometido a unas reglas o normas, que ayuden al desarrollo integral del hombre y de la humanidad.

El Papa en el número 35 lo resume en estos términos: Una sociedad basada en el trabajo libre, en la empresa y en la participación (CA.35)

El reconocimiento de este derecho era un paso en la doctrina social de la Iglesia.
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En la encíclica Centesimus Annus (CA) (1991), Juan Pablo II se movió más allá de la defensa de la libertad humana ejercida en el ámbito de la economía para definir una teoría de las instituciones necesarias para su florecimiento.
En el número 42 el Papa se pregunta: Volviendo ahora a la pregunta inicial, ¿se puede decir quizá que, después del fracaso del comunismo, el sistema vencedor sea el capitalismo, y que hacia él estén dirigidos los esfuerzos de los países que tratan de reconstruir su economía y su sociedad? ¿Es quizá éste el modelo que es necesario proponer a los países del Tercer Mundo, que buscan la vía del verdadero progreso económico y civil?
La respuesta obviamente es compleja: Si por «capitalismo» se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la respuesta ciertamente es positiva, aunque quizá sería más apropiado hablar de «economía de empresa», «economía de mercado», o simplemente de «economía libre». Pero si por «capitalismo» se entiende un sistema en el cual la libertad, en el ámbito económico, no está encuadrada en un sólido contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral y la considere como una particular dimensión de la misma, cuyo centro es ético y religioso, entonces la respuesta es absolutamente negativa.
El Papa rechaza un capitalismo salvaje, cuando dice: Es más, existe el riesgo de que se difunda una ideología radical de tipo capitalista, que rechaza incluso el tomarlos en consideración, porque a priori considera condenado al fracaso todo intento de afrontarlos y, de forma fideista, confía su solución al libre desarrollo de las fuerzas de mercado.

El Papa es partidario de un sistema de mercado libre. Pide un capitalismo normativo en un contexto jurídico, puesto al servicio del hombre integral, ya que el hombre no es sólo un ser oeconomicus. Las críticas contra el capitalismo van dirigidas fundamentalmente contra el sistema ético y cultural, que sustenta su dimensión económica. Si de lo económico se hace un absoluto, que rige y gobierna la vida de hombre, se cae en un materialismo absolvente. Falta la dimensión ético-religiosa. El sistema socio-cultural del capitalismo tuvo, al menos en sus orígenes, una concepción laicista de la sociedad, y del hombre, una ideología anticlerical, un materialismo vital, un individualismo total, y un olvido de la dimensión comunitaria y social del hombre. La libertad, como valor absoluto e incondicionado se eleva al dios que mueve el mundo. No tiene ni diques, ni fronteras, ni valores objetivos, a los que someterse. Su consecuencia es el relativismo moral y el nihilismo, que termina invadiéndolo todo. El cristianismo era incompatible con esta concepción. Por esto el Papa en la misma encíclica dice: “un estilo de vida que se presume como mejor, cuando está orientado a tener y a no ser, y que quiere tener más no para ser más, sino para consumir la existencia en un goce que se propone como fin a sí mismo” /CA n. 36). El hombre no es sólo un ser consumista, un ser productivo, sino una persona con dignidad. Esta ideología lo invade todo (CA.13)

El Papa intencionadamente habla de economía de mercado, para despojarla de sus reminiscencias socioculturales y filosóficas del liberalismo, pero en el fondo admite el capitalismo con estos cambios. El mercado libre es un instrumento eficaz para la producción de bienes, que harán la vida del hombre en la tierra más humana, justa y fraternal. Por eso, dice, que los mecanismos del mercado ofrecen ventajas seguras y ayudan, entre otras cosas, a utilizar mejor los recursos y favorecen el intercambio de productos.

Hay otra serie de cosas, ligadas a la vida del hombre, que no pueden solventarse en el mercado, o porque son muy pobres los intervinientes y el mercado no ha llegado a ellos o porque pertenecen a otra esfera distinta, eg, la atención a los ancianos, a los enfermos, a los muy pobres etc.

Por esto es muy importante que el estado determine el marco dentro del cual se deban desarrollar las cuestiones económicas.. El hombre es un ser libre, y, en un mercado libre tiene que haber normas, no sólo jurídicas, sino también morales. A la justicia, sin solidaridad y fraternidad, le faltaría el alma.

En la práctica, el Papa Wojtyla plantea una estructura social fundada en la democracia, en una economía de mercado y en una cultura de libertad e igualdad.

En la Centesimus Annus, Juan Pablo II señala los límites morales a la economía de mercado: a) El mercado no es un dios o la mano invisible, que pueda solucionar todos los problemas económicos, como pedía Adam Smith. b) No puede haber una exaltación absoluta de mercado, frente a la dignidad de la persona que está por encima del capital.

El capitalismo crea graves problemas de marginación y explotación, que es necesario erradicar.
Quiere dejar sentado, que cuán inaceptable es la afirmación de que la derrota del socialismo deje al capitalismo como único modelo de organización económica (CA, 35).
Fue partidario de una economía mundial abierta, ya que había que romper con los proteccionismos egoístas y colectivos.
Era necesario que los países ricos ayudaran a los pobres en su desarrollo
Con Juan Pablo II desaparece el Papa que más contribuyó a reconciliar la doctrina social de la Iglesia Católica con la libertad económica. Una ínfima pero importante aportación de su inmenso legado.
El problema moral, que se presenta en la actualidad, es la necesidad de articular unas barreras, que limiten a este capitalismo salvaje. ¿Se podrán poner?
La moderna economía de empresa comporta aspectos positivos, cuya raíz es la libertad de la persona, que se expresa en el campo económico y en otros campos. En efecto, la economía es un sector de la múltiple actividad humana y en ella, como en todos los demás campos, es tan válido el derecho a la libertad como el deber de hacer uso responsable del mismo. Hay, además, diferencias específicas entre estas tendencias de la sociedad moderna y las del pasado, incluso reciente. Si en otros tiempos el factor decisivo de la producción era la tierra y luego lo fue el capital, entendido como conjunto masivo de maquinaria y de bienes instrumentales, hoy día el factor decisivo es cada vez más el hombre mismo, es decir, su capacidad de conocimiento, que se pone de manifiesto, mediante el saber científico, y su capacidad de organización solidaria, así como la de intuir y satisfacer las necesidades de los demás. (Centessimus annus, n.33)
La propiedad privada tiene una función social como fin y como límite.

Hayek, aunque se profesaba gnóstico estaba convencido que la religión ayudaba al hombre en sus relaciones interpersonales, ya que existía el riesgo del endiosamiento de la razón.
El Papa en el número 31 insiste que no todo se resuelve por el mercado, sino que es necesaria la diligencia, la laboriosidad, asumir los riesgos, la resolución de ánimo en la ejecución de las decisiones difíciles y dolorosas, pero necesarias en el trabajo común de la empresa y para hacer frente a las eventuales reveses de la fortuna.
Otro escritor de nuestros días, Michael Novak, con su libro La Ética Católica y El Espíritu del capitalismo defiende el capitalismo, con sus limitaciones.
Es filósofo, teólogo, y diplomático estadounidense, Fue corresponsal en el Concilio Vaticano II para el Nacional Catholic Reporter
Tiene otro libro titulado El pensamiento social católico y las instituciones liberales, Ed. Libro libre, 1995 (Está integro en internet). En internet se puede ver también una conferencia suya, titulada la Nueva ética de la empresa, en Juan Pablo II y la crisis de capitalismo.

El mercado, dice Novak, tiene una función social. Si no funciona en un marco ético, termina perjudicando a la empresa, al bien común, a la nación y al mundo.
Si el dinero y la ganancia son sus ídolos, termina destruyéndose, ya que la finalidad no es ganar dinero o la eficacia, sino el hombre y el bien común de la humanidad en un mundo globalizado (solidaridad y bien común).
La actividad económica no puede quedar reducida a costes y beneficios.

El Papa Benedicto XVI, cuya Encíclica social estamos esperando, ha dicho: Es necesario elegir entre la lógica del lucro como criterio último de vuestra actividad y la lógica del compartir y de la solidaridad.

Para Röpke: Las cosas auténticamente decisivas son las que están más allá de la oferta y de la demanda, aquellas de las que depende el sentido, la dignidad y la plenitud interior de la existencia.


XII.- QUIENES ESTARAN AL FRENTE

Cuando Sarkozy visita al Presidente de Estados Unidos, con la intención de convocar una reunión a escala internacional para estudiar estos problemas, le sugieren que puede haber dos esquemas: El G8 o el G20.
Aptan por el G. 20, al que pertenecen no solo Canadá, EEUU, Francia, Italia Japón, Reino Unido, y Rusia, sino otra serie de partidos emergentes, como China, India, Méjico, Suráfrica, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Corea del Sur, Indonesia, Turquía, y la UE. .
En la crisis del 29, en Bretton Woods, se crearon estas organizaciones, que se pretenden reformar: (OMC) Organización Mundial del Trabajo, (FMI) Fondo Monetario Internacional; y el (BM) Banco Mundial
El quince de noviembre se reúnen y veremos cuáles son las normas que nos van a dar y lo nuevos organismos internacionales, que van a reformar o crear.


XIII.-LA REUNIÓN DEL QUINCE DE NOVIEMBRE Y PROPUESTAS HECHAS

Para la reunión de noviembre siguen estando muy presentes las normas que se adaptaron en la crisis del 29. El Presidente Roosevelt en el 30 tomó estas resoluciones ante la crisis: Optó por la intervención estatal y fomentó la demanda e incrementó el consumo para reactivar la producción. Se controló el sistema financiero y se fomentaron las obras públicas. Redujo la producción agrícola para aumentar los precios. Reguló los salarios y creó el seguro de desempleo. La economía tardó varios años en reactivarse.

Hay programadas dos sesiones para la cumbre de Washington, que se celebrarán el día quince. Les van a dar unos siete minutos a los intervinientes para refundar el capitalismo.
El nuevo Bretton Woods II va a hacer reformas en el FMI, Da la impresión, que sólo se van concordar generalidades, y la concreción tardará en hacerse mucho tiempo, y de una manera muy dispersa, ya que es difícil programar una acción global y uniforme.
El FMI estaría encargado de controlar los flujos financieros globales de los grandes conglomerados bancarios.
Hay propósitos de reformar su estructura para que ayude a los países en dificultades y ejerza un papel de vigilancia macro-económica (UE).
El fondo monetario debería además recuperar su función de banco central global. Esta nueva regulación se debe hacer sin prisas.
Otros hablan de crear un organismo nuevo con autoridad, ya que el mercado sólo prospera en un ámbito de seguridad civil. Por lo mismo no sobrevivirá a menos que esa seguridad esté garantizada.

Manera o forma de realzar los oportunos intercambios de información.
Cómo se haría y quien lo haría.
La lucha contra los paraísos fiscales
La lucha contra los fondos especulativos (Hedge- funs)
Vigilar más de cerca los flujos de capitales más allá de las fronteras de los países de modo que no puedan volver a crear los problemas sistémicos que tenemos
Renovar las reglas del sistema financiero internacional.
Prioridad de la seguridad sobre el riesgo.
La desconfianza sobre el ideal liberal puede afectar a la globalización (Baverez)
Mayor trasparencia en el sistema financiero internacional (UE)
Crear un registro de agencias de calificación financiera (UE)
Coordinar las normas contables de las entidades para acabar con las operaciones fuera de balance (UE)
Establecer un código de conducta que evite los riesgos excesivos por parte de las instituciones como de los sistemas de remuneración.
Los grupos financieros internacionales deben ser vigilados de manera coordinada por todas las autoridades nacionales en las que operen, a través de una especie de colegios supervisores. (UE)
Europa propone crear un sistema de alerta precoz que detecte el aumento del riesgo del sistema financiero y la formación de burbujas especulativas en la valoración de los diferentes activos económicos
Daniel Price, responsable en la Casa Blanca para asuntos económicos internacionales, ha propuesto estos puntos, que serían concretados en otras reuniones posteriores:
Elaborar un consenso sobre las causas actuales de la crisis
Revisión de las medidas adoptadas por los diversos gobiernos hasta la fecha y decisiones inmediatas adicionales.
Discusión de principios comunes de reforma como mayor trasparencia, refuerzo de la integridad de los sectores financieros, mejores regulaciones, y más efectiva cooperación internacional


XIV. CONCLUSIONES DE LA REUNION DEL G20

Con el poco tiempo que ha habido, los líderes mundiales no se han puesto de acuerdo en todo y se han limitado a dar unas orientaciones generales. La mayor parte de estas proposiciones, ya estaban anteriormente sugeridas por los diversos grupos, como dijimos anteriormente. Todos ellos están de acuerdo en que debe haber regulación, transparencia, controles, honestidad y que debe ser castigada la codicia y la conculcación de las normas en los riesgos. Dos han sido las sensibilidades enfrentadas.
Estados Unidos, por boca de Bush, ha dicho que se trata sólo de una revisión, pues debe seguir funcionando el libre mercado, que tanta prosperidad ha traído a Occidente. En la Eurozona, se opta también por un mercado libre con escasa intervención de tal suerte que no se asfixie el libre mercado. No sabemos cuál será la postura de Obama. EL premio nobel de Economía Paul Krugman, muy cercano a Obama, defiende la intervención, frente a la escuela de Chicago (Greenspan y Friedman). Dice éste: No se trata de un objetivo a largo plazo, ni de apoderarse del puente de mando de la economía. Las finanzas deben ser devueltas al sector privado apenas la permuta pueda realizarse con garantías, en línea de lo ocurrido en Suecia en 1990. Parece ser que va a optar por uno gasto publico muy grande en obras y estructuras públicas, para crear muchos puestos de trabajo e invertir más en actividades de investigación y desarrollo (I+D+I), especialmente en el campo de las energías alternativas. Esta será la única manera de poder competir con las economías emergentes en calidad y en producción a menos costes. Ya está inyectando millones de dólares a la industria automovilística, haciendo una competencia injusta a otras industrias globales. Hecho que está siendo criticado por los liberales radicales. En Inglaterra se está optando por un intervencionismo más fuerte. En España el Estado pone a disposición de la Banca 250.000 millones, pero hasta el momento las bancas no conceden créditos a las familias y a los autónomos, que son los que verdaderamente crean riqueza. ni se busca una solución a las hipotecas de pisos. Es necesario mejorar la productividad y no se está haciendo nada para incentivarla. 8.000 millones para los Ayuntamientos, comentan que van a tener poca incidencia. Nuestras Universidades y otros centros no se están incorporando a este proceso productivo, como están haciendo las europeas, tal vez porque les falten medios para poder investigar en la agricultura y en otros ramos de la economía. Es condición indispensable para mejorar la producción. El déficit y el endeudamiento del Estado están aumentando a un ritmo frenético. El paro se está disparando cada día, más de tres millones de parados, con la recesión en la puerta y la deflación en la calle, ya que las familias cada vez tienen menos dinero para comprar.

Un documento de 10 páginas ha sido firmado por todos los asistentes, cuyo resumen sería este:

El origen de la crisis se debe a que políticos e instancias de supervisión en algunos países desarrollados no evaluaron correctamente los riesgos ocasionados en los mercados financieros.

Se pide una reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco mundial (BM) y del Foro de Estabilidad Financiera. Estas reformas se deben concretar con posterioridad.
Existirán planes fiscales para relanzar la economía.
Se debe buscar un acuerdo sobre la libertad de comercio por medio de la Ronda de Doha, que lleva varios años sin reunirse.

Todos los mercados financieros deberán regularse y coordinarse mejor. ¿Cómo?
Es necesario vigilar las agencias de calificación y de los fondos Hedge-funds.

Se debe crear un colegio de supervisores para controlar los bancos. Armonizar y revisar las normas contables ante el fracaso de la actual valoración de los activos.

Nadie podrá escapar a la regulación o al menos a la supervisión de ningún mercado. No obstante hay que evitar una excesiva regulación que ponga en riesgo el excesivo crecimiento y los flujos financieros. Estas medidas de acción deberán ponerse en marcha antes del 31 de marzo de 2009.
Los miembros del G20 se reunirán el día 30 de abril del 2009 para verificar el cumplimiento de los compromisos, con la presencia de B. Obama.
Hay en el ambiente bastante escepticismo en todos los ambientes, ya que dada la globalización, no hay ninguna autoridad universal que pueda poner en marcha las normas concretas, que se siguen de estos principios y después obligar a que se cumplan. Hay, dicen, muchos egoísmos, mucha codicia y excesivos personalismos por medio.
Nos quedamos a la espera de lo que nos vayan diciendo en la próxima reunión. En su tiempo volveremos a comentarlo. Perdón, porque el discurso haya sido tan largo, ya que era la única manera de comprenderlo. Gracias por haber aguantado esta larga lectura,



[2] Constant, Discurso funerario pronunciado por Pericles en 432 a.c. para honrar a los muertos del primer año de la guerra del Peloponeso. Tucidides (404 a.c.p. 599)
[3] Pedro Schwarz, en busca de Montesquieu, Encuentro, 2006, ‘.68

[4] Taine, Notas en Inglaterra, p.19.

[5] G. de la Dehesa,,Comprender la globalización, Alianza, 2000, 92.

[6] , El malestar de la globalización, Taurus, 2002 312