martes, 10 de marzo de 2009

HIJOS A LA CARTA



Hace mucho años leía un artículo que me impresionó; se titulaba así: Hijos a la carta.


En la prensa de ayer vuelvo a encontrarme con la misma noticia, hecha realidad. En la sede del Fertility Institutes se puede conseguir esto mediante un método que se llama diagnóstico genético de reimplantación, que consiste en analizar una célula de cada embrión e implantar en el útero de la madre sólo aquellos embriones que estén libres de contraindicaciones.


Los restantes van al basurero. La carta puede ser de lo más variada. A los padres que le gusten las hijas rubias, pueden pedirle al doctor Jeffrey Steinberg, que hagan una niña con los cabellos rubios y los ojos azules o pedir una peliroja con ojos verdes.


Unos andaluces tal vez preferirían una morenaza con los ojos negros como una noche. Un jugador de baloncesto suspiraría por un hijo, por supuesto macho, con algo de más de dos metros de altura. Sería el mejor y más pagado del mundo. Un futbolista preferiría un hijo fuerte, musculoso, de ágiles zancadas y corazón fuerte para que pudiera correr como una gacela. No es una fantasía, ya que en los Ángeles está a punto de nacer el primer bebé a la carta. Otra madre tenía en su mente un hijo armonioso en sus formas, bello como la colosal estatua de Zeus de Fidias en Olimpia, pensando presentarlo a miss mundo. Sería el oráculo de la belleza.


El Doctor Steinberg dice que él vive en los Ángeles y en esta ciudad todo el mundo quiere tener la nariz perfecta y los pómulos altos y están encantados de pagar por hacerse la cirugía estética. Con este invento ya no habrá feas en el mercado, ni hombres bajitos, gordos, o enfermos. Todos caminarán por el mundo radiantes y triunfadores. Llego a pensar cual será en un futuro la línea la belleza varonil y femenina.


Nacería una nueva línea de estilistas para aconsejar a los padres. Esta utopía se viene abajo, ya que los promotores cobran 18.000 dolares. Los pobres no van a poder tener hijos tan guapos e inteligentes. Todo esto me está recordando la selección de la raza aria intentada por Hitler, que dedicaba hembras y machos ideales para conseguir la gran raza aria. ¡Menos más que estos inventos han llegado después de su muerte!


La fantasía selectiva se desata en estas nuevas utopías. ¡Mueran los feos y las feas y vivan los guapos! Asi gritarán los nuevos hijos de la técnica. A mi lo único que me importa es el hombre.
¿Qué consecuencias podrá tener esta manipulación de cara al futuro? No lo sabemos. Sí sabemos que el hombre no se moldea sólo en un laboratorio. Después del nacimiento tiene mucho camino que recorrer, porque es la historia la que el modela y le hace más hombre.


El hombre en la tierra ha vivido un largo devenir en su evolución. Estos avances científicos han tenido otro aspecto positivo: la posibilidad de prevenir y curar muchas enfermedades. Pero también ¡Muchos enfermos del síndrome de Down se quedarán en el camino!


No me lo invento me lo decía un médico. Monseñor Elio Sgreccia dice al respecto: "En todo caso, se trata de una operación éticamente equivocada y que daña la dignidad de la descendencia, pues está orientada a manipular el cuerpo, a dominarlo y a transformarlo según los propios gustos", afirma.


"Así como es ilícito que un niño, que presenta o que podría presentar defectos, sea eliminado por selección negativa, también es ilícito que se haga una selección que obedezca únicamente a los deseos de los padres".