jueves, 28 de marzo de 2013

Líneas para un estudio de la espiritualidad del Papa Francisco





            
 Articulo aparecido en el periódico Jaén el martes pasado.
            Félix Martínez Cabrera.

 
            Líneas  para un estudio de la espiritualidad del Papa Francisco
           En esta oración tal bella de san Ignacio se descubre la espiritualidad  ignaciana
Enséñanos, Señor, a servirte como mereces:
A dar sin contar el costo,
A luchar sin contar las heridas,
A trabajar y a no buscar descanso,
A laborar sin pedir recompensa,
excepto que saber que hacemos tu voluntad.
 
En El Concilio vaticano II empezó una renovación de la iglesia. Nacen nuevas voces, pidiendo un nuevo concilio. No creo que sea necesario ya que él nos puso los cimientos para que, sin necesidad de un nuevo Concilio, la iglesia pueda revisar algunas estructuras,  cuya reforma se quedó corta. Sólo hace falta que el Papa, apoyado por el colegio de los obispos, afronte con valentía las reformas que son muy urgentes para el bien de la Iglesia. La iglesia, a partir del Concilio puede presentar una galería de Papas, que han aportado una serie de documentos que complementan los documentos conciliares.
Con el nombramiento de este Papa está naciendo un mundo totalmente nuevo. Con Benedicto XVI  termina una etapa y en la actualidad ya está naciendo una nueva  perspectiva, especialmente en lo económico y en lo político, ya que la globalización va a señalar unos nuevos cauces de la economía y, ésta, sin ninguna regulación a escala mundial, está sembrando el mundo desigualdades desafiantes, y de millones de parados. Decía Benedicto XVI que el capitalismo especulativo, en sus ansias de ganar cada vez más, está arruinando a  naciones enteras y son los pobres los que más dañados salen. El mundo digital está haciendo el mundo más pequeño. Desde el balcón de mi casa puedo ver todo el mundo. Ya no hay montañas, ni curvaturas espaciales, mi voz en un minuto, llega a Japón, China o la India. Este cambio es un reto y en este mundo secularizado, sin valores, relativista, sin Dios, es en el que cristianismo tiene que hacer el anuncio del evangelio. Al Papa Francisco se le abre un nuevo camino, difícil e intricado.
Yo que soy ya viejo y he conocido a todos los papas de los últimos años, he conocido a los papas que nos ha dado el Señor en estos años. También he visto mucha miseria, mucho pecado, muchas ambiciones, pero estamos en punto de salida mejor que hace unos años y por esto lo miro todo con más optimismo.
Juan XXIII era el Papa bueno. Un hombre sencillo y humilde, que los cardenales lo eligieron ya viejo, como un Papa de transición. Tenía una gracia especial. Recuerdo que estando yo presente en la Basílica de de San Pedro, dirigiéndose a los cardenales, dijo a los fieles: “Estos me ha elegido como un Papa de transición y no sabían que mi abuelo vivió 95 años y mi bisabuelo 105. Como era lógico los aplausos llegaron hasta la bóveda de san Pedro. De una manera inesperada convocó un concilio. Su dos encíclicas más importantes son la  Mater et Magistra y la Pacem in terris, que supusieron un hito en la Iglesia. Son las encíclicas más importantes de este periodo. Habla de los derechos humanos y de la cuestión social. Ambas inspiradas por Monseñor Paván, antes de ser cardenal.
A este siguió Pablo VI, que fue el continuador del Concilio. Fue el cardenal  más culto de este periodo. Dicen que era más francés que Italiano. Tuvo intima amistad con Maritain, Asistí a dos conferencias suyas antes de que fuera papa y quedé admirado de su profundidad teológica, de su dicción clara y de su prosa casi hilvanada. Su encíclica más importante fue la Populorum Progessio y la Evangelii nuntiandi. Esta última esuna joya literaria. Ambas escritas por el mismo. Dicen que fue un Papa muy dubitativo.
Juan Pablo II fue un huracán que azotó a la Igesia. Tuvo una parte muy importante en la caída del comunismo. Fue el ídolo de los jóvenes. Recorrió todos los continentes. Nos enseñó a todos cómo morir con el dolor reflejado en su rostro, como un Cristo crucificado, hecho un varón de dolores. Los jóvenes le llamaron el Grande. Su encíclica más importante es la Centessimus Annus sobre cuestiones sociales, que fue inspirada por los economistas más importantesde este periodo  y la Fides et ratio, inspirada por el Cardenal Ratzinger.
Benedicto XVI ha sido un papa, al que he admirado siempre, incluso cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Es un hombre de una exquisita calidad humana y sencillez rayana en la timidez  y al mismo tiempo un pozo de  ciencia. Con los defectos, que posiblemente tenga, ha dejado a la Iglesia un magisterio y análisis crítico de la sociedad tan perfecto y equilibrado, que le ayudará al Papa y al colegio episcopal, en este mundo tan cambiante. Se merece que lo nombren doctor de la Iglesia.
Me impresionó su dimisión, aunque en alguna ocasión pensé que sería posible. Después de leer el libro de Gian Luigi Nuzzi,” La sua Santità”, en la que se lee un informe de dos seglares, enviado al Papa por el General de de los Jesuitas P. Adolfo Nicolás, en el que un laico se pregunta la razón por la que la curia romana está tan paralizada ante tantos problemas, que no se resuelven. Dice:  ¿Por qué hay tanto miedo? ¿Por qué el dinero juega  un papel tan central en los diversos pastores de la curia,  en algunas diócesis europeas  e incluso en el Patriarcado de Jerusalén? ¿Dónde está la fuerza  para combatir en la curia  la tentación de poder? ¿Dónde está la humildad  y la libertad dada por el Espíritu?  Estas preguntas se clavaron en el corazón del Papa. Ello explica que su  secretario  George Haenswen dijera : “No es un trabajo fácil, pues muchas veces incluye proteger al Papa frente a los maniobreros y a veces frente a los enemigos”. El mismo Papa en la reunión  con los sacerdotes de Roma, reconoció que el rostro de la iglesia a veces es “desfigurado por los golpes dirigidos contra “la unidad de la Iglesia y “las divisiones del cuerpo eclesial.” Comprendí  Las razones por las que dejaba el Vaticano. Es verdad que era una persona física y psíquicamente debilitada. Su renuncia no era una huida, sino que quería demostrar al mundo que no tenía ansias de poder.  Pudo quedarse y ser un  mártir como Juan Pablo II atado a la cruz. Pero prefirió sepultarse en el olvido y en el silencio. Con ello demostraba que las ambiciones de poder, y tener, son  efímeras. Es una santo. Con el tema de la pederastia vio que había un fallo en el nombramiento de los obispos. La culpa no era suya. Los obispos no habían sido capaces de ahuyentar a los lobos.
El nuevo Para
   El cardenal Bautista Re  cuenta que cuando fue  a preguntarle si aceptaba, miró al crucifijo, pidió llevar su viejo crucifico sobre su sotana blanca, salió al balcón sin la muceta roja y con una cruz de hierro. A los cardenales al momento de su elección, les dijo: Que Dios os perdone por haberme elegido.
Todos quedamos sorprendidos cuando en la fumata de la plaza de San Pedro vimos asomarse a la ventana a cardenal, de 76 años, con una sencillez de cura de pueblo, que nos saluda en un italiano potable y con mucha humildad  nos invita a rezar un padre nuestro. Saluda como obispo  al pueblo de Roma, que  le aclama con un entusiasmo delirante. Dijo poco, pero con esos gestos de pastor sencillo, casi de párroco de aldea se ha ganado a las gentes.
A continuación quiero daros una visión de lo que es. En realidad, conocemos muy pocas cosas. La mayoría de ellas son anécdotas. Pero hay dos hechos que nos pueden ayudar, con bastante seguridad, a presagiar su futuro. Se puso el nombre de Francisco y es  hijo de Ignacio de Loyola. Dos libros en los que podemos leer lo que va a decir y va a hacer, al margen de otras anécdotas.
Lo que más me ha impresionado es su sencillez franciscana. Que se haya movido por Buenos Aires,  vestido de Cardenal y montado en el autobús o  tranvía, que por la noche este príncipe de la iglesia se hiciera en su casa una tortilla de patatas, que saliera en Buenos Aires comprar en el supermercado de la esquina, que al dar la bendición papal se despajaran de parte de los hábitos papales y se pusiera un pectoral sencillo, que no se pusiera los zapatos rojos, que fuera a pagar su  estancia en Roma en los días del conclave. Sé de antemano que esto no tiene importancia y no me extraña que otros hubieran actuado de otra manera. Pero para mí estas cosas pequeñas, si en ello no hay fingimiento, son el reflejo de otras muchas cosas.   
Causa admiración su austeridad y pobreza. El cardenal Humes le dijo en el momento de aceptar: “No te olvides de los pobres”. Escogió  el nombre de Francisco, porque éste vivió la pobreza con una radicalidad absoluta. Francisco era el pobre de Asís, y siempre anunciaba la paz. “A él le gustaría una iglesia pobre y para los pobres”
Es un pastor más que intelectual.
Para él Jesús es centro de su vida. Para  Francisco su vida fue una copia de Jesús. El Evangelio lo sabia del memoria. “Si no confesamos a Cristo, no convertiremos en una ONG piadosa, pero no seremos iglesia….Por eso debemos llevar una vida irreprensible.
El amor en Francisco es universal, ya que se extiende también a la creación. Una dimensión del amor es la misericordia, la compasión y el perdón. En el ángelus de este domingo nos recordaba como Jesús dijo a la mujer adultera, vete en paz y no peques más. Es gracioso el comentario que le hizo una mujer de Buenos Aires, que Dios perdona siempre, y que todos somos pecadores. Si Dios no perdonara, el mundo se habría terminado. El comentario que hizo esta mujer sin estudiar teología, para el Papa era tan teología como la cita que acababa de hacer del  gran cardenal Kasper,  al que acababa de nombrar.
            En varias ocasiones ha hablado del sentido que tiene para los cristianos la  cruz: “Yo quisiera  que todos nosotros, después de estos días de gracia, tuviéramos el valor, realmente el valor, de cargar con la cruz de Cristo”.La teología de la cruz estará muy presente en us pontificado.
Francisco no es un intelectual. No se va a distinguir por ello. Quiere ser más bien un testigo de Jesús, como lo eran san Ignacio y San Francisco de Asís. He leído que todas las mañanas, hacía tres horas de oración, antes de empezar el trabajo.
Hab0000lé de su sencillez, pero hay un matiz de esta sencillez, y es la humidad y la caridad juntas. Decía San Antonio de Padua: Debes saber que como la caridad es la reina de las virtudes, la humildad es la medida de la misma y ambas tienen más valor en la medida  en que las dos están juntas. La unión de estos tres aspectos, es lo que está entusiasmando a todos, especialmente a la prensa. Su caridad es exquisita, pero su humildad es sobresaliente.
             Francisco de Asís tuvo pasión por los pobres. La compañía de Jesús, después del concilio, asumió una opción preferencial por ellos. El como miembros de la compañía, durante toda su vida de Obispo amó y atendió a los pobres. Entre las pocas palabras que ha dicho: “Que la iglesia, aunque es una institución humana e histórica, “no tiene naturaleza política, sino esencialmente espiritual”. Se le ha acusado de que en las reuniones de Aparecida, se opuso a la teología de la Liberación. Lo cual no es verdad, aunque es cierto que se opuso a ciertas teologías de la liberación por su carácter marxista, ya que la iglesia no podía admitir la lucha de clases, ni los jesuitas tomar las armas. El mismo P. Arrupe,  que tanto sufrió por ello, nunca autorizó a los jesuitas a que se incorporaran a esta corriente. Para él amor de Dios es universal, y no tiene fronteras. La lucha de clases va contra la misma esencia del cristianismo.  Lo que acabo de decir no es un invento mío. Herard Mïller, actual prefecto de la Doctrina de la fe, amigo intimo del Padre Gustavo Gutiérrez, ha dicho esto: “·Lo primero que nos enseñó Gustavo fue a comprender que aquí se trata de teología y no de política. En línea con las grandes encíclicas sociales de los papas también marcó de forma clara la diferencia entre teología de la liberación y ética social católica. Mientras que la ética social se fundamenta en el derecho natural y pretende asegurar las bases de un estado social y justo apoyándose en los principios de personalidad, subsidiaridad y solidaridad, en el caso de la teología de la liberación se trata de un programa práctico y teórico que pretende comprender el mundo, la historia y la sociedad y transformarlos a la luz de la propia revelación sobrenatural de Dios como salvador y liberador del hombre”.
Apertura al mundo en La espiritualidad ignaciana según Karl Rhaner: “La cristiana “fuga saeculi”, tal como se encuentra en la ascética y mística órfica, neoplatónica y budista”, no es aceptada por el cristianismo, porque supone un desprecio del mundo y a su vez una divinización del mundo…. “El cristiano tiene que confesar que también se puede llegar al mismo Dios trascendente a través del mundo, a ese Dios por cuyo encuentro el cristiano abandona el mundo.”
 
 De esta concepción se derivan la postura ignaciana sobre indiferencia, y sobre todo la máxima de “encontrar a Dios en todas las cosas”. Francisco Javier, sin dejar a Dios, corrió todos los caminos del mundo para salvarlo. Y los corrió con la alegría de Dios reflejada en sus ojos, con indiferencia Ignaciana, porque esa era la voluntad de Dios. Comprendió san Ignacio que “consacratio mundI” era una tarea muy difícil. Emprendió un camino nuevo de espiritualidad, y muchos los siguieron. “La Iglesia, ha dicho el Papa  no puede ser la iglesia de Cristo, si solamente se centra en los problemas interiores, debe alcanzar a los hombres y mujeres de la periferia”. El Papa en este aspecto tiene un corte ignaciano. Amar al mundo y a los hombres que viven en el mundo sin excepción. Por esto la alegría de Dios está esté reflejada en la creación. Por lo tanto, el mundo es un lugar de gracia, en el que Cristo, se humanizó. En él encuentra a Dios en lo creado, siendo contemplativos en la oración y unidos a Dios en la acción. Este tipo de espiritualidad  es una llamada a la encarnación. No olvidemos esta postura del Papa en sus siguientes actuaciones.
 
Otro aspecto, que veo que va a guiar la actitud del Papa es la concepción ignaciana, de  todo a la mayor gloria de Dios.  En el Principio y Fundamento de los ejercicio espirituales aparece la palabra “más” para indicar la disposición básica del ejercitante para el  encuentro con Dios, de ir siempre a más y más adelante sin regatearle a Dios nada . Ir siempre a más. Esto le pide que se busque su mayor gloria (AMDG). Esta frase se ha convertido en el anagrama de la compañía de Jesús.  A Karl Ranher en 1966  le pidieron una conferencia sobre el lema “Ad maiorem Dei gloriam”. Esta frase para él  quiere decir que el cristiano debe obrar siempre de acuerdo con la voluntad de Dios y así resplandece su gloria. Es una aptitud  y una apertura infinita a Dios sin trabas. Muchas veces sin conocer la altura de la montaña que hay que subir. Una vez que ha discernido el camino a seguir, lo sigue. Esta actitud que es fundamental en un jesuita, es igual para nuestro Papa. San Francisco Javier lo comprendió así y se lanzó  a recorrer el mundo entero, dentro de los peligros que ello tenía. Este Papa hará en la iglesia, lo que considere que va a redundar a la mayor gloria de Dios. Como gobernante,  que ha sido sabe los riesgos que ello trae consigo.
 
            Va a ser un Papa dialogante y tolerante. Hablará con todos sin excepción. Dijo a los periodistas: “Como muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia católica y  otros no son creyentes, de corazón doy esta bendición en silencio, a cada uno de ustedes, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios. ¡Que Dios os bendiga.
            Su devoción mariana. Fue en Roma a la basílica de Santa María para ofrecer a la Virgen un ramo de flores y para rezar ante el altar,  en que san Ignacio celebró su primera misa en la noche de navidad del año 1538.Es muy bonita la descripción que nos hace de María: “Dios tenía una carencia para poder meterse humanamente  en nuestra historia. Necesitaba una madre, y nos la pidió a nosotros. Esta es la madre a quien miramos hoy, la hija de nuestro pueblo, la servidora, la pura, la sólo de Dios; la discreta que hace el espacio para que el Hijo realice el signo”.
            En cuanto a la reformas que va a hacer. Se habla de la Curia, de la colegialidad, de otro sistema del nombramiento de Obispos etc. En cuanto a la colegialidad quedó sin plasmarse en un documento,  los deseos de los Obispos, de que el colegio de los Obispos, ayudase al Papa en el gobierno de la Iglesia. La curia estaría al servicio del Papa y de los Obispos. Las formas de elección  podrían variadas. Que fueran los presidentes de las conferencias episcopales. Serían muchos. Otros, cuando la discusión estaba en la calle, pedían un número más reducido. El Sínodo actual tiene carácter meramente consultivo y no gustó ni a los teólogos ni a los canonistas. Es el Papa el que hace suyos los consejos de los Obispos, plasmados normalmente en una encíclica. Los canonistas pedían un sínodo, en el que los obispos pudieran emitir un documento, con la aprobación del Papa. Pero son ellos los que se lo presentan al Papa “ad aprobationem.” De paso  se habla de fortalecer más este principio de colegialidad en los escalones inferiores de la Iglesia. Todo esto son simples suposiciones. Si el Papa se decide, no creo que tarde más de una año.