miércoles, 25 de julio de 2007

SEGUIMIENTO DE JESUS




DIVERSOS ASPECTOS DEL SEGUIMIENTO DE JESÚS

1.‑ Para la mayoría de los autores seguir a Jesús y ser su discípulo es lo mismo que seguir sus huellas y marchar en pos de él.
Jesús es el Dios único y verdadero, el Hijo de Dios, el enviado del Padre. Jesús no llama para crear un partido político, ni para formar un escuela al estilo de los rabinos. Seguir a Jesús es oír su palabra y el mensaje del reino. Entrar en el reino es servir y ser servidores (Mc. 10, 45; Lc. 22, 27; Jo. 13, 4 ss).

2.‑La iniciativa en la mayoría de los casos es de Jesús, que nos llama a cada uno por nuestro nombre..

Se pueden ver varios textos al respecto: Lc. 9, 59‑60; Mt. 8, 20; Lc. 14., 25; Mt. 10, 37; Mc.6, 31; Jo. 6, 14.

3.‑El seguimiento trae consigo la adhesión a Jesús y a su mensaje, basado en la proximidad del reino.

Jesús reclama la adhesión del hombre entero y total, sin reservas, dispuesto a dar la vida y cargar con las cruces que encuentre en su camino (Mt. 8, 38).

A este propósito dice Rudolf Hofman: En la acogida en la fe de la palabra y de la obra del Señor, que sucede con motivo de la llamada de Jesús y de la guía interior de Dios, en la plena y gozosa donación, que pone a disposición toda la vida, consiste el seguimiento que Cristo ha pedido a los suyos.

Para formar una comunidad de vida y de destino con Jesús.

4.‑Jesús no intenta formar unos eruditos, ni tiene aulas, donde enseñar. Recorre los caminos de Galilea con sus discípulos, hablando al pueblo inculto, sin formar con ellos un círculo o grupo cerrado.

5.‑Jesús plantea unas exigencias muy fuertes:

Abandonar la familia, las posesiones, dejar que los muertos entierren a su muertos ( Lc. 9, 59), venderlo todo( Mc. 10, 21).
Estar dispuestos a las privaciones y a la cruz (Mt. 10, 38).
Compartir la vida sin techo y llena de penalidades (Lc.9, 58; Mt.8, 20).

Jesús habla del celibato por amor del reino de Dios (Mt. 19, 12).


A partir de estas exigencias la iglesia plantea los consejos evangélicos: La pobreza (Mc. 10, 17‑21), la obediencia (Mc. 10, 43) y la castidad (Mt. 19, 12).


6.‑Orientación totalmente nueva de la vida en orden a la misión: Os haré pescadores de hombres (Mc. 1, 17).

Los discípulos se incorporan a la obra de Jesús para ser enviados a los demás (Mt. 9, 37). El envío forma parte del seguimiento.


7.‑Aunque Jesús llama a un grupo de escogidos de una manera especial, su llamamiento a la santidad es universal.

Analicemos con detención alguno de estos llamamientos.


A.‑LA VOCACIÓN DE LOS CUATRO PRIMEROS DISCÍPULOS.

El eje central del evangelio de Marcos viene enunciado en 1 ,1: Comienzo del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.

La personalidad divina de Jesús es reconocida en el cap. 8, 29: El, entonces, les preguntó: ¿Y vosotros quien decís que soy yo? Pedro le contestó: Tú eres el Cristo.

Esta misma afirmación de su divinidad la hace el centurión cuando ve expirar a Jesús: Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios.

Marcos comienza su evangelio con el relato del seguimiento de cuatro discípulos (Mc. 1, 16‑20).
Comienza Jesús su misión en Galilea, proclamando la buena noticia: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la buena nueva.
Las características de esta llamada de Jesús, se reducen a estos aspectos:

1. La iniciativa parte de Jesús.

Los cuatro estaban totalmente ajenos a esta llamada, ocupados en las faenas propias de la pesca.
Jesús llama a Simón y Andrés de una manera incondicionada: Seguidme y os haré pescadores de hombres.
A Santiago y Juan los llamó de una manera absoluta, sin explicaciones.


2.‑La respuesta de los cuatro es inmediata.

La obediencia es pronta, sin condiciones.
Los cuatro dejan inmediatamente las redes y al padre. Dejan todo lo que tienen en el plano material y el plano afectivo. Rompen con su existencia precedente para empezar una aventura nueva.
Lo dejan porque presienten que Jesús les va a introducir en un mundo nuevo.
Nace la comunidad de los discípulos.

3.‑¿En qué consiste el ser discípulos de Cristo?

Para comprenderlo conozcamos lo que históricamente se quiere decir con esta palabra.
En el mundo judío había dos escuelas:
El modelo qunránico, cuya estrategia era la evasión al desierto. Sus miembros, separados, se dedicaban a la oración, al estudio de los libros sagrados, poseían en común los bienes y tenían una disciplina férrea.

Jesús no elige este modelo: Va de ciudad en ciudad, predica a todos, está cerca de los enfermos, de los que sufren. En una palabra, Jesús está instalado en la historia y en el tiempo de su época.

El modelo celota tiene como finalidad luchar contra el poder romano con la violencia. Es agresivo.
Jesús rechaza la violencia.
Jesús es el hombre de la oración (Mc.1, 35‑38).
Todos admiran su poder basado (Mc. 2, 1 ss.), en la fuerza de su palabra y en sus obras.
Los discípulos acompañan a Jesús, oyen sus palabras, perciben sus gestos, duermen con Él al borde del camino, se admiran de los milagros y curaciones....Poco a poco van adentrándose en lo que es Jesús y se sienten a gusto en esta nueva aventura.

El discipulado va creciendo.
El camino de Jesús no es un espiritualismo desencarnado, ni una lucha contra los invasores romanos.

B.‑ LA MADURACIÓN DE LA CONCIENCIA Y DE LA FE
DEL DISCÍPULO EN EL SEGUIMIENTO COMO DECISIÓN FUNDAMENTAL

Bartimeo: El ciego de Jericó (Mc. 10, 46‑52).

En este texto Marcos indica la exigencia de tomar conciencia y acoger el don del seguimiento, por medio de una fe muy profunda.
La fe lleva a la maduración de la persona, siendo ésta plenamente responsable de su actuación: Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a si mismo, tome su cruz y me siga (Mc. 8, 38).

Negarse a si mismo es centrar la vida en JESÚS,
y empezar un nuevo y decisivo éxodo, como si fuéramos extranjeros en esta tierra.

El elemento determinante para la curación y el seguimiento de Bartimeo es la fe.

1.‑El evangelista nos presenta esta secuencia:

Bartimeo ciego....... ve.
Está sentado y estático, después lo seguía.
Junto al camino, fuera del camino.

2.‑Qué se ha producido en este cambio?.

Su fe: Hijo de David ten compasión de mi.
Su petición: Que vea. Hijo de David. Maestro.
Movimiento: Arrojando su manto, dio un brinco, y vino adonde Jesús.

3.‑Su encuentro con Jesús.

Véte, tu fe te ha salvado, y, al instante, recobró la vista y lo siguió por el camino.

La fe produce el milagro.

4.‑Libertad y autonomía. Lo siguió.